El acusado de agresión sexual al que le pedían 15 años de prisión ha quedado absuelto de todos los cargos
El tribunal de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dictado sentencia a viva voz en la Sala a la finalización del juicio. El maestro del CEI Ramón y Cajal, que estaba acusado de un delito de agresión sexual a una menor de 4 años, ha quedado absuelto de todos los cargos. La Acusación Particular se ha reservado ante la posibilidad de recurrir, por lo que la sentencia no es firme.
En el uso de la última palabra, el docente ha insistido en su inocencia y en el sufrimiento desde que fue detenido. “Que me devuelvan estos dos años de vida”, ha dicho. Una vida que ya podrá empezar a recuperar tras recibir su absolución.
El informe de la defensa
En su informe final, definitivo para la resolución del juicio, el abogado defensor, Javier Cabillas, ha solicitado la sentencia absolutoria porque “no hay prueba de cargo suficiente” para romper el principio de presunción de inocencia. Esta parte considera que los hechos que han quedado probados que “lo más importante es la fuente de la primera noticia, ahí es donde está la clave”. Así, el letrado ha relatado que la abuela de la niña es la primera persona que tiene conocimientos de los hechos tras preguntarle al ver diferentes hechos que no le cuadraban y “no parece ser la persona más cualificada para realizar un interrogatorio a una niña víctima de abuso sexual. Tampoco sabemos qué le preguntó”. Considera que “las posibilidades de que el relato se turbie son muchísimas”, porque esta mujer que cuidaba a la niña no habla bien el castellano, idioma en el que trasladó lo sucedido.
La segunda cuestión transcendental para esta parte es “cuándo” se hace la confesión, cuándo se lo cuenta a la abuela, porque supuestamente cuando está mal es los lunes después de las clases de gimnasia, pero “todo estalla” cuando la madre va al hospital, que es un viernes. Además, en sus declaraciones iniciales los familiares sitúan los hechos en el miércoles, que no hay clase de educación física. Es posterior cuando se traslada al lunes. “El contexto de la primera revelación no puede ser peor, ofrece dudas máximas e impide alcanzar una mínima seguridad”, ha concluido el abogado.
También es revelador que los detalles de los abusos cambien según las declaraciones de los testigos y que el relato fue evolucionando en el tiempo. “Aparte de esto, hay muchas incongruencias” entre lo que se dijo al principio y lo que se ha dicho en el juicio oral.
Las supuestas tijeras que utilizaba el acusado para cortar el pelo de la niña, fueron encontradas en el colegio pero “ni se incautan ni se analizan”, además tampoco queda concretado dónde se ha cometido el delito y en un momento inicial la descripción física del autor fue de “rubio con los ojos azules”, lo que no coincide con la realidad del maestro. “No tenemos nada, solo manifestaciones”.
Para esta parte, la prueba preconstituida, es decir la declaración grabada de la menor, no tiene validez porque se va reproduciendo el relato con preguntas guiadas y con información. “Encontramos preguntas con datos no ofrecidos, preguntas subjetivas, preguntas directas de sí o no y en algunas se induce la respuesta, hay preguntas sin respuesta, hay preguntas con la respuesta de un monosilabo….”, ha destacado. Y esta es la única prueba que había contra el acusado.