Ismail es de Castillejos y tiene 23 años. Yassine, de 21, nació en una ciudad del sur de Marruecos. Dos jóvenes extutelados que llegaron a la Península en los bajos de un camión y en una patera. Actualmente residen en Madrid, donde estudian, trabajan y hacen activismo para ayudar a quienes ahora andan su camino. Forman parte de la Asociación Ex Menas, que asesora, orienta y acompaña a las personas migrantes mayores de edad. No son un recurso pasivo y estático que esperan a recepcionar a quienes necesitan su ayuda, sino que están en continuo dinamismo, presentes en las asociaciones y combatiendo las desigualdades. Su testimonio es un ejemplo de nuevas narrativas que, aunque no olvidan su pasado, escriben su historia en presente
Para los y las profesionales del periodismo es importante ser consecuentes de la responsabilidad que tienen a la hora de retratar una realidad, pero es más necesario ser consciente de que detrás una etiqueta hay personas con una historia como la de Ismail El Majdoubi y Yassine Isalih. Ambos participaron en una mesa redonda en el ‘V Congreso de Mérida. Periodismo de Migraciones’. ¿Qué imagen transmiten los medios de comunicación sobre la juventud migrante? Junto a la periodista de RTVE de origen saharaui, Ebbaba Hameida, hicieron a los y las periodistas presentes asomarse al espejo de la autocrítica y reflexionar sobre qué tipo de periodismo de migraciones están desarrollando.
El Majdoubi cruzó la frontera del Tarajal con tan solo 16 años. En Castillejos dejó a su madre y sus hermanos, que durante mucho tiempo se dedicaron al comercio atípico del porteo. Una vez en Ceuta, consiguió llegar a la Península en los bajos de un camión llevando a cabo el método ‘risky’. Cada vez que le preguntan «por qué has venido» vuelve a su cabeza el recuerdo de su periplo migratorio. Por ello, queremos que la historia de este joven extutelado se cuente en presente.
Ismail hoy es un joven de 23 años que reside en Madrid y habla un perfecto castellano. Su manejo de la ironía hace que cuando él habla, todo el mundo calle a su alrededor. Y, por supuesto, se ría a carcajadas. Trabaja como mediador social, y es que desde que cumplió la mayoría de edad no ha dudado en ayudar a quienes ahora andan su camino. Por ello es uno de los fundadores de la Asociación Ex Menas, plataforma que utiliza para ayudar a menores migrantes en toda la geografía española ofreciendo charlas y compartiendo proyectos. Y, por supuesto, combatiendo cualquier injusticia social. De ahí a que la asociación haya hecho suya aquella palabra que con tono denigrante utilizan quienes quieren atacarles: MENA.
Isalih llegó a España con tan solo 17 años a bordo de una patera. Nació hace 21 en una pequeña localidad en el sur de Marruecos donde, admite, las posibilidades de prosperar en un futuro eran escasas. Actualmente, reside en un albergue para mayores de edad en Madrid. En las distancias cortas es un joven muy sociable, divertido, que nunca dice que no a pasar un buen rato entre amigos.
Además de estar estudiando una formación profesional, es voluntario de la Fundación Por Causa, que se dedica al periodismo de datos, de investigación sobre asuntos relacionados con el desarrollo social, la desigualdad, la exclusión, la sostenibilidad, y la pobreza, dentro y fuera de España. También colabora en la Asociación Ex Menas.
Brindar la ayuda que les habría gustado tener durante su periplo migratorio
«Estoy jodido en un barrio de Castillejos y todo depende de esa frontera». Desde la rebeldía y el inconformismo, fue lo último que se dijo a sí mismo Ismail antes de emprender su acción migratoria. Ahora, a la juventud migrante, le ofrece toda la información necesaria relativa a los procesos de menores, las posibilidades y opciones con las que cuentan, siempre, desde la «esperanza». ¿Su ingrediente? La psicología y el sentido del compromiso. Pero no todo es positivo, también se siente culpable y egoísta por haber abandonado a los suyos sin siquiera avisar.
Ex Menas tiene una gran actividad en Instagram, fruto de la militancia y la implicación de jóvenes migrantes como Ismail y Yassine. Desde que comenzaron, utilizaron este medio para denunciar las situaciones racistas. Gracias al trabajo de este equipo de personas se han tejido redes de apoyo y creado una comunidad inquebrantable. Desde 2019, están presentes con comunicados, acciones y diferentes campañas en toda España. De hecho, también visitaron Ceuta para ayudar todo lo posible durante la crisis migratoria. «Comprobamos que tenían señalados a los menores migrantes con números escritos en la muñeca con bolígrafo: Mena 15, Mena 16», recuerda.
Jornadas, manifestaciones, concentraciones, ‘Hija de migrantes’, ‘Regularización Ya’, y mucho más. Durante el confinamiento, el voluntariado ofreció ayuda a jóvenes migrantes extutelados sin recursos a través de la campaña ‘Compras antirracistas’ debido a que no tenían salvoconducto para salir a la calle en busca de comida. Otra de sus acciones fue combatiendo el cartel de Vox que acusaba a la migración de apropiarse del dinero público destinado a las pensiones.
La asociación colabora con otras entidades como Coordinadora de Barrios, Asociación Elín, No Name Kitchen, entre otras. El objetivo es informar a los extutelados sobre su situación, orientarles y apoyarles, aunque no de forma económica, ya que Ex Menas es una asociación sin ánimo de lucro que ofrece su tiempo libre en asesorar. Si tienen problemas con la documentación, les proporcionan un contacto, acompañamiento a la hora de realizar solicitudes, recursos para sintecho, etc., aunque casi siempre el enlace es de Ismail, que accede a ellos más fácilmente gracias a su manejo del dariya.
Les gustaría poder crear un proyecto más sólido y con mayores recursos para contratar a personal jurídico. «Si eres migrante, tienes doble dificultad porque estás continuamente haciendo el esfuerzo de demostrar que eres buena persona, buen trabajador, tienes que lograr el reconocimiento para lograr el derecho», reivindica el joven de Castillejos.