La colaboradora de El Foro de Ceuta Emma Rodríguez González es Voluntaria de la Colonia Controlada Cas. Se encuentra afectada por lo acaecido en un refugio animal de Alicante. Le es difícil de describir tantos sentimientos encontrados, impotente, herida, consternada por el asesinato de los nueve gatos que residían en el refugio Lo Morant de Alicante.
Calificar al crimen de inhumano sonaría a tópico pero se trata de eso precisamente, Rodríguez conoce de primera mano la crueldad humana y el ensañamiento contra animales, tienen que pixelar las imágenes al publicarlas en redes sociales para evitar herir la sensibilidad del espectador pero pocos se acuerdan de los sentimientos de los pobres gatos salvajemente masacrados.
El nivel de las torturas adquiere un tono malsano, lejos de inspirarles ternura los atacantes hacen alarde de un instinto homicida donde predomina la amputación, la cremación o el sacrificio como ofrenda a cánidos.
Rodríguez relata algún tenso episodio vivido en la Plaza Al Idrisi donde se congrega la colonia gatuna protegida. Han tenido que hacer frente a algún grupo de adolescentes descontrolados, se han visto incluso rodeados por estos chicos que hacían alarde de un comportamiento salvaje y le arrojaban botellas de vidrio. Es como si careciesen de formación, como si sus padres no les hubiesen transmitido valores.
A Rodríguez le encantaría tener presupuesto para costear un sistema de video vigilancia pero le resulta imposible. No entiende como siendo tan jóvenes hay gente que muestra un comportamiento absolutamente desalmado. Desconoce si se realizan, pero cree en la necesidad de llevar a efecto campañas de concienciación entre escolares y muestra cierta confianza en que el endurecimiento de las penas punitivas corrija semejantes desmanes, aunque ha perdido la esperanza en parte de los seres humanos.
En época de botellones se dedican a recoger gatos y meterlos en jaulas para salvarlos de ataques vandálicos. Un día recuerda encontrarse con unas niñas que llevaban al pequeño Ronaldo, un cachorro, en brazos, les infirió dónde lo llevaban y le respondieron que lo había rescatado de unos niños, «querían usarlo de pelota de fútbol» le dijeron.
Emma ha visto gatos apaleados y quemados. Ni olvida ni perdona. Esta gente no parece humana, nos dice. El control que Sanidad ejerce a través del programa de castración no ha sido suficiente para controlar la colonia de felinos, son muchos y están casi desprotegidos, pero el equipo de voluntarios del CAS vela por su integridad.
Desde El Foro nos declaramos animalistas, nos sumamos a la corriente que promueve el respeto por los seres vivos del planeta y condenamos estos actos.