Haaland falló un penalti en la segunda mitad con el marcador empatado. Los de Guardiola suman un punto contra el Everton, pero siguen lejos de su mejor versión.
El Manchester City atraviesa un momento crítico. En el partido de Boxing Day, los celestes dejaron escapar una oportunidad de oro para sumar tres puntos tras un penalti fallado por Erling Haaland, que fue detenido por Jordan Pickford. Con este empate (1-1) ante el Everton, los dirigidos por Pep Guardiola acumulan tres semanas sin ganar y ven cada vez más lejos la posibilidad de revalidar su título de la Premier League.
Inicio prometedor, pero sin eficacia
El partido comenzó con el City mostrándose dominante, generando peligro desde los primeros minutos. Josko Gvardiol estuvo cerca de abrir el marcador tras un centro de Phil Foden en un saque de esquina, pero su cabezazo se estrelló contra el poste. La insistencia del equipo local dio sus frutos poco después: Bernardo Silva aprovechó un balón filtrado en el área y, tras un desvío en un defensor, superó al portero Pickford para adelantar a los celestes en el minuto 13.
Sin embargo, tras el gol, el City redujo su intensidad, confiando en su ventaja y el control del balón. Bernardo tuvo otra oportunidad clara pasada la media hora de juego, pero su disparo salió desviado.
El Everton responde y siembra dudas
Cuando parecía que el City dominaba el encuentro, el Everton encontró el empate. Un despeje fallido de Manuel Akanji dejó el balón en los pies de Ndiaye, quien, con un preciso disparo con el exterior, batió a Ederson. Este golpe inesperado desató los nervios en los locales y dio confianza al equipo de Sean Dyche, que optó por cerrarse en defensa y frustrar los intentos de los de Guardiola.
En la segunda parte, el Manchester City salió con más urgencia. En el minuto 49, Pickford evitó el gol tras una volea de Savinho y, aunque Kovacic intentó aprovechar el rebote, su disparo salió rozando el poste.
El penalti fallado que marcó el partido
Un minuto más tarde, Mykolenko cometió una falta sobre Savinho dentro del área, otorgando un penalti al City. El Etihad Stadium coreó el nombre de Haaland, quien se preparó para ejecutar la pena máxima. Sin embargo, el delantero noruego no estuvo a la altura: Pickford adivinó su disparo, manteniendo el empate en el marcador. Aunque Gvardiol marcó en el rebote, el gol fue anulado por fuera de juego.
El penalti fallido pareció desmoralizar al equipo local, que no logró encontrar el camino para superar al Everton. Ni siquiera la entrada de Kevin De Bruyne en los últimos minutos cambió el rumbo del partido.
Un punto que sabe a poco
El empate supone un alivio parcial tras tres derrotas consecutivas, pero no disipa las preocupaciones sobre el estado actual del Manchester City. Con solo una victoria en los últimos trece partidos, el equipo se encuentra en una posición comprometida y lejos de las expectativas habituales bajo la dirección de Guardiola.
El City deberá reencontrar su juego y recuperar la confianza si quiere mantenerse en la lucha por los títulos esta temporada. Mientras tanto, los seguidores celestes esperan que este mal momento sea solo un bache pasajero en el camino hacia la recuperación.