El texto ha sido apoyado por profesores, escritores, historiadores y periodistas, entre otras personalidades, y busca acabar con el discurso de odio que se está generando a través de bulos y manipulaciones y que enturbia «el espíritu de concordia y convivencia»
La crisis entre España y Marruecos ha dado lugar al aumento de los discursos de odio en redes sociales, la xenofobia y numerosos bulos, que no hacen más que enturbiar las relaciones entre ciudadanos y países. Por este motivo y con el objetivo de «recuperar la confianza y el respeto mutuo entre los dos países», tal y como publica ‘Campo de Gibraltar Siglo XXI’, un total de 250 intelectuales han firmado un manifiesto contra «ese discurso erróneo y envenenado que están utilizando algunos grupos mediáticos y redes sociales, basado en bulos y manipulaciones perversas, que solo pretenden levantar el telón de fondo xenófobo y de sentimientos que hemos de erradicar con total firmeza».
Entre los firmantes del documento se encuentran «profesores universitarios y de enseñanzas medias, escritores, poetas, historiadores, periodistas, traductores, críticos o editores, así como hispanistas marroquíes y arabistas españoles«, tal y como explica el artículo ‘250 intelectuales, por la concordia entre España y Marruecos’.
Manifiesto
«La crisis actual hispano-marroquí ha provocado una preocupante escalada verbal teñida de reproches y discrepancias, que nos retrotrae a épocas pasadas, ajenas por completo tanto a las circunstancias de un mundo globalizado, como a las relaciones bilaterales que unen las dos orillas del Estrecho desde tiempos remotos.
Durante semanas, desde los dos lados, escuchamos discursos, referencias y prejuicios de antaño, que no pensábamos que pudiesen aparecer de nuevo en la escena pública. La amplitud del espacio mediático, especialmente en las redes sociales, ha proporcionado a estos discursos una vasta difusión, que pone en peligro la convivencia entre dos pueblos hermanos y amigos, y que supera incluso la naturaleza diplomática del conflicto actual, hasta llegar a una fase de enfrentamiento totalmente fuera de lugar.
Recuperar las épocas de conflictos bélicos de nuestra historia común y destacar solamente la hostilidad es un camino peligroso que va en contra de la lógica humana y del patrimonio de convivencia interreligiosa e intercambio cultural que los pueblos ribereños hemos construido durante nuestras etapas históricas.
Estamos ante un discurso radical e innecesario que pretende acabar con el gran esfuerzo de diálogo, investigación y mutua comprensión que la sociedad civil y la clase intelectual de España y Marruecos han desarrollado.
La situación actual no encaja en absoluto, desde el punto de vista científico, con el resultado de años de investigación humanista en las universidades marroquíes y españolas, que ofrecieron una nueva visión de esta historia compartida fundada sobre los fecundos solapamientos de las civilizaciones ibérica y magrebí.
Un riguroso trabajo académico en las ramas de historia, literatura, lengua y codicología, que condujo tanto a reforzar los vínculos intelectuales y culturales como a fomentar los valores comunes entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar.
Una realidad histórica contrastada, hasta tal punto que ha llegado a ser reflejada en la actual Constitución marroquí en vigor desde 2011, y en la que el reino de Marruecos reconoce la cultura andalusí con sus dos ramas árabe y sefardí, como principales elementos de la identidad del país. De la misma manera, la cooperación cultural, artística y creativa entre marroquíes y españoles se ha intensificado en los últimos años hasta cotas nunca alcanzadas antes.
Es la interrelación personal de la población civil la que ha logrado este espíritu de hermanamiento. Somos del criterio de que la política no puede convertirse en un obstáculo para que aquel siga creciendo; al contrario, ha de ser un instrumento para desarrollarlo más y más.
El espíritu de concordia y convivencia debe reinar en todo momento entre nuestros países y estar en el epicentro de la mirada en cualquier conversación política para así asegurar la soberanía y la estabilidad interna en Marruecos y España.
Por lo tanto, invitamos a la sociedad civil de ambas orillas del Estrecho de Gibraltar a que despliegue su gran capacidad intelectual y esgrima su inventiva para plantear nuevas alternativas de convivencia y hacer aportaciones constructivas por un fecundo patrimonio que beneficie a las dos sociedades en su conjunto. Instamos a las personas de bien de ambos lados del Estrecho a sumarse a los esfuerzos de recuperación de unas relaciones hispano-marroquíes basadas en la mutua confianza y en el respeto, que nos impulsen hacia un futuro, donde deben dominar la paz, la cooperación y la prosperidad.
Para ello, debemos plantar cara españoles y marroquíes a ese discurso erróneo y envenenado que están utilizando algunos grupos mediáticos y redes sociales, basado en bulos y manipulaciones perversas, que solo pretenden levantar el telón de fondo xenófobo y de sentimientos que hemos de erradicar con total firmeza.
Por último, apostamos por una cooperación sólida entre las organizaciones de la sociedad civil de ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, para que nuestra aportación sea consensuada, colectiva y útil para un amplio abanico de ciudadanos ribereños que convergen en el Estrecho».
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