El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) ha arremetido contra el Ejecutivo local por concluir el año sin haber puesto en funcionamiento un Centro de Crisis 24 horas para la atención a víctimas de violencia machista y vicaria. Según la formación localista, Ceuta sigue siendo una de las ciudades en España que carece de este recurso asistencial, indispensable para brindar apoyo inmediato y especializado a mujeres e hijos afectados por la violencia de género.
Críticas a la gestión del Ejecutivo
El MDyC califica de «nefasta» la gestión del Gobierno en cuanto a los plazos de ejecución del proyecto. Subrayan la urgencia de acelerar las obras para habilitar un centro que consideran de «vital importancia» para las víctimas. “No entendemos cómo la señora Benzina puede reconocer públicamente el aumento de agresiones sexuales mientras el Centro de Crisis no solo no está abierto, sino que ni siquiera está construido. Esto pone en riesgo, además, los fondos destinados al proyecto”, afirman desde la formación.
Estas críticas coinciden con las declaraciones de la Unidad de Violencia de Género de la Delegación del Gobierno en Ceuta, que también reprocha la falta de este recurso. Según la Unidad, “Ceuta debería haber contado con este centro hace tiempo”.
El ejemplo de Melilla
El MDyC insta al Ejecutivo ceutí a tomar ejemplo de Melilla, que desde abril cuenta con un Centro de Crisis 24 horas. En estos meses, el centro melillense ha atendido a 68 mujeres y ha abierto 25 expedientes, demostrando su eficacia y compromiso con las víctimas. “Es un modelo de sensibilidad y compromiso que Ceuta debería replicar”, insisten desde el MDyC.
El Centro Asesor de la Mujer no basta
La formación subraya que, aunque el Centro Asesor de la Mujer en Ceuta sigue ofreciendo apoyo a las víctimas, no puede asumir el incremento de atenciones urgentes ni suplir la falta de un centro especializado como el de crisis.
Por último, el MDyC apela al Ejecutivo a cumplir con sus responsabilidades y evitar que Ceuta siga quedándose atrás en materia de atención a las víctimas de violencia machista, un problema que califican como una «lacra social urgente de erradicar».