La tarde de ayer, a partir de las 19:15 horas, arrancaba el esperado pasacalles inaugural del Mercado Medieval, que una vez más llega a Ceuta para llenar el fin de semana de historia, música, espectáculos y artesanía. El recorrido, que comenzó en el Paseo del Revellín, contó con la presencia de personajes medievales, músicos y un impresionante dragón gigante, que condujeron a los ceutíes hacia el mercado situado en las Murallas Reales, un lugar cargado de historia y tradición
Pasadas las siete y cuarto de la tarde de ayer jueves, el sonido de tambores, gaitas y platillos marcó el inicio de uno de los eventos más esperados por los ceutíes: el pasacalles que da comienzo al Mercado Medieval, un clásico de esta época del año. Este año, la ciudad se viste de gala para recibir un fin de semana repleto de actividades temáticas, en las que la música, los espectáculos y los numerosos puestos de productos artesanales invitan a los habitantes de Ceuta a transportarse al medievo. La localización elegida para este evento no podía ser mejor: las imponentes Murallas Reales, un símbolo histórico que refuerza la atmósfera de época que impregna todo el mercado.
El desfile partió desde el Paseo del Revellín, frente al Museo de Ceuta, y fue acompañado por una singular comitiva: zancudos, bufones, malabaristas y una elegante bailarina medieval hicieron las delicias de los asistentes, que interactuaban con los personajes mientras avanzaban. Sin embargo, el gran protagonista del pasacalles fue un dragón gigante, cuya imponente presencia llamó la atención de niños y adultos, quienes no dudaron en acercarse para tocarlo y seguir su recorrido. La comitiva avanzó por la Gran Vía hasta desembocar en la Plaza de Armas del Conjunto Monumental de las Murallas Reales, donde los personajes hicieron una entrada triunfal por la puerta principal, dando inicio a la experiencia inmersiva del mercado.
En ese momento, el mercado ya estaba preparado para recibir tanto al pasacalles como a los visitantes. Un total de 70 puestos, con artesanos llegados de todas partes de España, ofrecían sus productos a los curiosos ceutíes. Entre los artículos disponibles, los asistentes podían encontrar desde garrapiñadas y una variada oferta de panes hasta productos apícolas, embutidos, quesos, dulces y bisutería. También había un espacio dedicado a quienes buscan algo más esotérico, con un puesto especializado en la lectura del tarot y la venta de piedras energéticas.
Para los más pequeños, el Mercado Medieval también tenía mucho que ofrecer. Las atracciones para niños, como un tiovivo y un puesto de tiro con arco, estaban ambientadas con una estética fiel a la época, lo que añadía un toque de realismo y diversión a la jornada familiar. En medio de un ambiente decorado con paja, banderines y música medieval, algunos ceutíes no tardaron en disfrutar de la gastronomía que ofrece el mercado. Una gran parrilla, repleta de carnes y verduras, se encargaba de satisfacer a los comensales que se acomodaban en largas mesas de madera, evocando las tabernas de antaño.
Toda la decoración del evento, junto con las Murallas Reales como telón de fondo, crea una atmósfera única y auténtica que transporta a los visitantes a otra época. El montaje y organización de este mercado ha sido obra de la empresa valenciana Espectáculos AMB Producciones, a través de su división especializada en eventos históricos, La Fragua de Vulcano, que se destaca en la representación de mercados medievales y de otras épocas.
El Mercado Medieval de Ceuta, que ya es una tradición para los habitantes de la ciudad, no solo permite a los ceutíes disfrutar de una oferta variada de productos y espectáculos, sino que también crea un espacio de reencuentro entre los vendedores y los clientes habituales, que se saludan con sonrisas y un caluroso «hasta el año que viene». Este fin de semana, la ciudad estará llena de actividades pensadas para todas las edades, ofreciendo momentos únicos para padres, hijos y visitantes de todas partes.
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