No pueden esconderse tras la excusa de que ambas ciudades no son competentes en materia educativa, porque la situación que estamos sufriendo no se asemeja a ninguna otra vivida con anterioridad.
Las familias, profesores y alumnos ceutíes deben tener voz en el foro de máxima representación ministerial en educación.
La señora ministra ha demostrado un desconocimiento absoluto de la realidad ceutí, no olvidemos su ridícula afirmación en la que decía que el centro educativo del Brull ya estaba construido y que había destinado a Ceuta un número de docentes que no se ajusta a la realidad.
La señora ministra no nos representa por ignorancia de la realidad educativa ceutí, deja abandonados a su suerte a profesores, familias y alumnos, además de llegar tarde con reuniones y planes ante la pandemia que sufrimos, excluye a Ceuta despreciando así a toda la comunidad educativa ceutí.
La señora ministra no se ha molestado en visitar las dos únicas ciudades que son de su competencia y además las maltrata excluyéndolas de foros tan trascendentes como el de hoy.
Es una vergüenza comprobar el abandono del Gobierno de la nación con Ceuta, en unos momentos tan difíciles y ante la gran incertidumbre que tienen todavía los padres, profesores y alumnos.