Ningún terremoto, sequía o huracán en la historia registrada ha cobrado más vidas que la pandemia de la COVID-19, según la red de respuesta a desastres más grande del mundo, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). El impactante número de muertos, estimado en más de 6,5 millones de personas, ha inspirado a la organización humanitaria a profundizar en cómo los países pueden prepararse para la próxima emergencia sanitaria mundial.
Dos informes innovadores publicados hoy por la red de la Federación Internacional, el Informe Mundial sobre Desastres y el Informe Todos Cuentan, ofrecen información sobre los éxitos y desafíos de los últimos tres años y hacen recomendaciones sobre cómo los líderes pueden mitigar tragedias de esta magnitud en el futuro.
Toni Bruel, coordinador de Cruz Roja Española ha señalado que el aprendizaje más valioso que les ha dejado superar esta situación es que “se pueden hacer muchas cosas, más de las que pensamos que somos capaces, que ayudan a los demás de manera sencilla y estando presentes en todas partes”. Por ello, insta a la preparación local, la prevención, el aprovechamiento y optimización de los recursos, la protección común contra los impactos socioeconómicos, el fortalecimiento de los mecanismos de solidaridad global para garantizar respuestas a todas las necesidades, y el análisis continuo de la situación para reevaluar en todo momento si es necesario modificar las ayudas, y tomar medidas.
En esta línea, Cruz Roja Española ya puso en práctica algunas de estas prácticas, ya que se anticipó a la situación de emergencia gracias al continuo contacto con la Cruz Roja China, “compramos material de protección, y diseñamos un plan estructurado, el plan Cruz Roja RESPONDE, con distintas situaciones hipotéticas, que después se fueron materializando y nos permitió que adaptásemos nuestras capacidades a la situación de pandemia, llevando la ayuda a los domicilios, entregando dispositivos electrónicos para que las familias no estuvieran desconectadas en el trabajo o los estudios, y trabajando a distancia la atención psicosocial o en materia de formación y empleo gracias a las herramientas más novedosas. De este modo, se consigó mitigar, en la medida de lo posible, los efectos adversos de la pandemia.” Del mismo modo, Bruel apunta la importancia de estar preparados para múltiples y simultáneas necesidades, “ya hemos visto como una crisis sanitaria ha afectado no sólo a la salud, sino también al empleo, o la economía, por lo que tenemos que ofrecer respuestas trasversales y efectivas para evitar que se genere o incremente la vulnerabilidad”.
Por su parte, Jagan Chapagain, secretario general de la FICR, comenta que “la pandemia de la COVID-19 debería ser una llamada de atención para que la comunidad mundial se prepare ahora para la próxima crisis de salud. Nuestras recomendaciones a los líderes mundiales se centran en generar confianza, abordar la desigualdad y aprovechar a los actores y comunidades locales para realizar un trabajo que salve vidas. La próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina; si la experiencia de COVID-19 no acelerará nuestros pasos hacia la preparación, ¿qué lo hará?”
Cruz Roja Española, a través del plan Cruz Roja RESPONDE, ha ayudado a 5.425.846 personas a hacer frente a la pandemia de COVID-19 y, más ampliamente, la red de la Federación Internacional llegó a más de 1.100 millones de personas en los últimos tres años para ayudarlas a mantenerse a salvo del virus. Durante ese tiempo, un tema que fue reiterativo fue la importancia de la confianza: cuando las personas confiaban en los mensajes de seguridad, estaban dispuestas a cumplir con las medidas de salud pública que a veces los separaban de sus seres queridos para frenar la propagación de la enfermedad y salvar vidas; del mismo modo, solo fue posible vacunar a millones de personas en un tiempo récord cuando la mayoría confiaba en que las vacunas eran seguras y eficaces.
Quienes responden a las crisis no pueden esperar hasta la próxima vez para generar confianza. Debe cultivarse a través de una comunicación genuinamente bidireccional, proximidad y apoyo constante a lo largo del tiempo.
En el curso de su trabajo, los equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja documentaron cómo la pandemia de la COVID-19 prosperó y exacerbó las desigualdades. El saneamiento deficiente, el hacinamiento, la falta de acceso a los servicios sociales y de salud y la desnutrición crean las condiciones para que las enfermedades se propaguen más rápido y más lejos. El mundo debe abordar las vulnerabilidades socioeconómicas y de salud desiguales mucho antes de la próxima crisis.
En su informe Todos cuentan, que encuestó a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de casi todos los países del mundo, la Federación Internacional descubrió que los equipos pudieron responder rápidamente a la pandemia porque ya estaban presentes en las comunidades y muchos de ellos habían participado en esfuerzos de preparación, tenían experiencia previa en la respuesta a epidemias y eran fuertes auxiliares de sus autoridades locales.
“Las organizaciones comunitarias son una parte integral de la preparación y respuesta ante una pandemia. Los actores locales y las comunidades, como socorristas de primera línea, tienen roles distintos pero igualmente importantes que desempeñar en todas las fases del manejo de brotes de enfermedades. Es necesario aprovechar su conocimiento local para lograr una mayor confianza, acceso y resiliencia”, afirma Chapagain, “Han sido tres años muy duros, pero estamos publicando esta investigación y haciendo recomendaciones en un acto de esperanza: la comunidad global puede aprender lecciones y hacer justicia a esta tragedia al estar mejor preparada para futuras emergencias de salud”.
El Informe Mundial sobre Desastres ofrece seis acciones esenciales para prepararse de manera más efectiva para futuras emergencias de salud pública. El Informe Todos Cuentan destaca la necesidad de datos precisos y relevantes en la preparación y respuesta ante una pandemia. Ambos están disponibles para profesionales, líderes y el público.