Este martes, el padre de uno de los tres menores acusados de la muerte de la educadora social Belén Cortés se ha pronunciado públicamente, mostrando su consternación por lo ocurrido. En una entrevista en el programa de Ana Rosa Quintana, el progenitor expresó: «Estamos consternados, como no puede ser de otra manera», antes de añadir, visiblemente afectado, que en este momento lo único que pueden hacer es ofrecer el pésame a la familia de la víctima.
El brutal crimen tuvo lugar en la vivienda tutelada de la Junta de Extremadura, ubicada en el número 3 de la calle Castillo de Benquerencia, en Badajoz. El domingo por la noche, Belén Cortés, natural de Castuera, se encontraba trabajando en el chalé, donde cuidaba a cuatro menores. Tres horas después de su ingreso, y tras el aviso de uno de los menores no involucrado en el crimen, la Policía encontró el cadáver de la educadora, quien había sido golpeada y asfixiada con un cinturón.
En relación a la detención de los menores, el juez de guardia en Badajoz dictó la medida cautelar de internamiento en régimen cerrado en el centro Marcelo Nessi. El padre de uno de los jóvenes implicados señaló: «No sé qué decirle, todo está por detallar, discúlpeme; ya habrá momento de aclarar las cosas, pero ahora mismo lo único que podemos hacer es dar el pésame a esa familia y esperar a que la Policía vaya detallando lo que ha sucedido».
Velatorio y funeral de Belén Cortés
La educadora social está siendo velada en el tanatorio Nuestra Señora de los Dolores, en su localidad natal de Castuera, y este mismo martes a las 17:00 horas se celebrará su funeral en la parroquia Santa María Magdalena. La tragedia ha tocado profundamente a la comunidad, y, como señaló el padre de uno de los acusados, «es un drama para todos, pero sobre todo para la familia de esa mujer».
Reclaman más seguridad en los centros tutelados
Mientras tanto, a las puertas del chalé donde tuvo lugar el crimen, se concentraron esta mañana trabajadoras del centro de menores Marcelo Nessi, donde los tres menores implicados en el asesinato han sido internados. María José Durán, una vigilante de seguridad que ha estado de baja psicológica durante un año tras sufrir agresiones en su labor, habló de la falta de protección para los educadores sociales. Durán expresó su pesar por lo sucedido y subrayó la necesidad urgente de más personal de seguridad en los pisos tutelados, lamentando que, a pesar de sus advertencias, las condiciones de trabajo no hayan cambiado.
«Sé lo que es proteger a las educadoras sociales, a las cuidadoras, a la psicóloga, y no puedo imaginar lo que sintió Belén sin un vigilante que la protegiera. No es justo», afirmó Durán. La trabajadora, quien ha sido testigo de las agresiones sufridas por sus compañeros, pidió un cambio en las condiciones laborales para evitar que tragedias como esta se repitan.
