El Papa Francisco ha presidido la Misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, marcando el inicio del Jubileo, un evento central en el calendario litúrgico católico. En su homilía, el Papa enfatizó la importancia de la paz y la justicia social, temas recurrentes durante su pontificado. La ceremonia incluyó cantos, lecturas bíblicas y la bendición del pesebre, culminando con un mensaje especial del Santo Padre.
La celebración contó con la participación de aproximadamente 30,000 personas en la Plaza de San Pedro y unas 6,000 dentro de la basílica. Las medidas de seguridad fueron estrictas, con pasillos establecidos y detectores de metales para garantizar la seguridad de los asistentes.
Inauguración del Jubileo y Apertura de la Puerta Santa
El Jubileo comenzó con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, un acto simbólico que invita a los fieles a reflexionar sobre la misericordia divina. El Papa Francisco, enfrentando problemas de movilidad, llegó al atrio de la basílica en silla de ruedas, donde golpeó tres veces la puerta antes de que se abriera, atravesándola en silencio mientras las campanas repicaban en celebración.
Este gesto marca el inicio de un año de reflexión y transformación personal para los católicos, quienes podrán cruzar la Puerta Santa para recibir la indulgencia plenaria, simbolizando el perdón total de los pecados y el encuentro con Cristo.
Durante el Jubileo, se espera que miles de peregrinos visiten el Vaticano, participando en diversas actividades litúrgicas y benéficas. El Papa Francisco ha destacado por su enfoque en ayudar a los más desfavorecidos, organizando cenas para personas sin hogar y promoviendo iniciativas humanitarias en todo el mundo.
La inauguración del Jubileo no solo es un evento religioso, sino también una oportunidad para que la Iglesia Católica reafirme su compromiso con la justicia social y la paz mundial. A través de estas celebraciones, el Papa Francisco busca inspirar a los fieles a actuar con compasión y solidaridad hacia los demás.
En conclusión, la Misa de Nochebuena y la apertura del Jubileo representan un llamado a la comunidad católica para renovar su fe y compromiso con los valores cristianos. Bajo el liderazgo del Papa Francisco, estos eventos destacan la importancia de la misericordia y la justicia en un mundo necesitado de esperanza y reconciliación.