La última DANA (depresión aislada en niveles altos) ha causado estragos en la Comunidad Valenciana y otras regiones cercanas, con un balance de 62 fallecidos. Sin embargo, la capital valenciana ha logrado evitar las inundaciones gracias al Plan Sur, una infraestructura hidráulica diseñada tras la trágica riada de 1957 que permite desviar el caudal del Turia y proteger a la ciudad.
La Comunidad Valenciana ha vivido una de las DANA más destructivas de los últimos tiempos, con un trágico saldo de 62 víctimas mortales y cuantiosos daños materiales en distintas localidades. A pesar de la intensidad de las lluvias, Valencia capital ha conseguido evitar graves inundaciones en gran medida gracias al Plan Sur, una infraestructura diseñada para proteger a la ciudad de eventos climáticos extremos. Este proyecto, oficialmente conocido como Solución Sur, implicó la desviación del río Turia tras la devastadora riada de 1957, que dejó cientos de muertos y barrios completos arrasados en la capital.
El Plan Sur, iniciado bajo la dirección de Francisco Franco en 1958 y culminado en 1973, ha demostrado ser una barrera fundamental. Su estructura desvía el cauce del Turia al sur de la ciudad, permitiendo una capacidad de hasta 5.000 metros cúbicos de agua por segundo, suficiente para contener las crecidas más severas, con un periodo de retorno de 500 años. Como explica Margarita Almeida, experta en Obras Hidráulicas, esta infraestructura “incluye los azudes de Repartiment y Chirivella, que regulan el flujo y distribuyen el agua a las acequias de riego”, lo que asegura una protección vital para la ciudad de Valencia.
A solo 15 minutos de la capital, localidades como Picaña han experimentado los efectos del intenso caudal, que ha llegado a derribar puentes y dejado escenas impactantes. La diferencia de impacto entre Valencia y sus alrededores subraya la eficacia del Plan Sur, una obra que sigue siendo indispensable para la seguridad hidráulica de la ciudad.
El viejo cauce del Turia, que en otros tiempos representaba una amenaza para Valencia, hoy es un extenso parque urbano que alberga instalaciones culturales y deportivas como el Palacio de la Música, uno de los auditorios más importantes de España. Este espacio, que alguna vez fue un río, ahora se ha transformado en un símbolo de resiliencia y recuperación para la ciudad.
Sin embargo, otras áreas de la Comunidad Valenciana no han contado con la misma suerte. En localidades cercanas, las inundaciones han dejado escenas de devastación, incluidas tragedias como la muerte de un hombre en Massanassa, atrapado en un ascensor inundado. La Guardia Civil sigue en la búsqueda de personas afectadas y posibles fallecidos en zonas de difícil acceso, en un intento de mitigar el impacto de este fenómeno meteorológico.
Rediseño en el horizonte
Paralelamente, Valencia se prepara para un rediseño del nuevo cauce del Turia. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha lanzado un concurso en el que cinco despachos de ingeniería han presentado propuestas para reconectar el lecho del río con el Parque Natural del Turia y el Mediterráneo. Este rediseño, que incluye una primera fase de licitación de 280.000 euros, aspira a integrar funciones hidráulicas y ecológicas, reforzando aún más la protección de la ciudad frente a fenómenos extremos como la DANA.
El Plan Sur sigue siendo una obra de referencia en términos de infraestructura hidráulica en España y un modelo a seguir en la gestión de riesgos hídricos en entornos urbanos. Valencia ha logrado, en esta ocasión, esquivar la tragedia, demostrando que la planificación y la infraestructura son claves para enfrentar los retos del cambio climático.