Los grupos de la oposición han acusado a Verdejo de querer alarmar con el anuncio de altercados en distintos servicios de la ciudad, especialmente en los sanitarios
El Partido Popular ha sido el único grupo que ha votado a favor de la propuesta de Vox para mejorar la seguridad en el Hospital Universitario y en los centros de salud, una mejora que hacía extensible a otras dependencias municipales como Ceuta Center, Emvicesa, Servicios Tributarios, Registro o Asuntos Sociales, entidad esta última en la que el diputado del partido de la ultraderecha, Carlos Verdejo, ha asegurado que los trabajadores «aguantan insultos y, a veces, agresiones físicas. Altercados que ocurren una vez por semana más o menos, según los testimonios de los trabajadores».
Verdejo ha enumerado la cifra de trabajadores de la seguridad privada, a la que «no hay que denomizar» y que se reduce a 27 vigilantes y cuatro auxiliares en turnos rotativos en el hospital, cinco por la mañana cinco, seis por la tarde y cinco de noche. Para el ultraderechista, otros servicios como Asuntos Sociales, la UTS de Benzú o Hadú también se encuentran en la misma situación con «insuficientes vigilantes de seguridad».
Desde el grupo socialista han rebatido los datos aportados por Verdejo, asegurando que en 2019 había 39 vigilantes y tres auxiliares, que aportaron 65.228 horas de vigilancia por una partida de licitación de 1,2 millones de presupuesto anual. Este año, la cifra fue de 43 vigilantes y dos jefes de equipo, además de cuatro auxiliares, 66.971 horas contratadas y un presupuesto para dos años 3.430.000 euros, con un incremento de 476.000 euros con respecto al año anterior.
El portavoz socialista, Manuel Hernández, también ha corregido al de Vox respecto a las agresiones ocurridas en 2019: 13 agresiones, de la cuales nueve fueron verbales y cuatro físicas, mientras que este año 2020 el número de agresiones verbales ha quedado reducido a cinco.
Además, Hernández ha recordado la existencia de un interlocutor policial y llamadas al 091 como «respuesta inmediata ante una llamada de los centros de Ingesa, gran número de cámaras y botones antipánico en las áreas de riesgo y vigilantes de seguridad con palas de detección de metales».
La portavoz de MDyC, Fatima Hamed, ha recriminado la exposición de Verdejo sobre la situación en la ciudad. «Parece que quieren que cada paciente vaya escoltado y que algunos de cierta religión son más violentos que otro. Es lo que he entendido por los servicios a los que alude».
La propia consejera del área, Dunia Mohamed, ha negado que hubiera incidentes violentos por semana, mientras que el diputado de Caballas, Mohamed Ali, ha ironizado con que «una agresión física por semana implica que vivamos en la jungla«. Ha dicho a Verdejo que «quiere trasladar la imagen de ciudad del miedo. Parece que vivimos rodeados de gremlis».
Por su parte, el portavoz del Gobierno, Carlos Rontomé, ha desmentido que haya «habitualidad en agresiones» y ha recordado que sí se produjo un caso pero por gritar a un trabajador. «Hay miles de ciudadanos que pasan por los servicios sociales o el Registro y, por regla general, no son comunes los altercados que comenta», señaló dirigiéndose a Verdejo.