Al parecer en el PP de Ceuta andan desatados. Mientras la ciudad y la nación en su conjunto están viviendo una situación inédita de confinamiento, reclamando entendimiento y una lucha conjunta contra el virus, la secretaria general del PP ceutí tiene otra estrategia: se dedica a despotricar y a poner su punto de mira en la delegación, la máxima representación del gobierno de la nación en nuestra ciudad.
Tal vez es un intento intempestivo de encubrir décadas de nefasta gestión en nuestra ciudad. Podríamos responder en ese sentido, pero estamos en un tiempo que exige altura de miras.
Como afirma el periodista Josep Ramoneda, es el momento de hacer política y no jugar a la política. Pero la señora Bel y sus acólitos prefieren el juego desleal a la responsabilidad. Ya que se han echado ustedes al monte de esta manera sin remedio, podrían jugar a la política con algún atisbo de crítica a la extrema derecha.
La diputada de VOX por Almería ha calificado de sumisión el gesto de convivencia de un militar de alto rango en Ceuta que felicitó el ramadán a la comunidad musulmana. Los adalides del patriotismo folclórico han insultado de manera mezquina nada menos que al comandante general de nuestro ejército por felicitar unas fiestas.
¿Dónde está la respuesta patriótica de las derechas democráticas a semejante aberración? ¿Qué fue de aquel Vivas que anteponía la convivencia a todo lo demás? Es lo que tiene que tus socios te marquen la agenda, señor presidente….