El Partido Popular ha puesto sobre la mesa una de sus propuestas más llamativas dentro del nuevo Plan integral de ayuda, recuperación y prevención para el medio rural y forestal: la implantación de pulseras de localización para pirómanos condenados. La medida, defendida por el líder popular Alberto Núñez Feijóo, busca evitar la reincidencia de quienes provocan incendios, especialmente durante los meses de mayor riesgo —junio, julio, agosto y septiembre— cuando las altas temperaturas y la sequía disparan el peligro.
La iniciativa contempla dos pasos clave: en primer lugar, la creación de un registro nacional de condenados por incendios forestales; en segundo, la posibilidad de que un juez decrete la colocación de estos dispositivos de vigilancia, como ya ocurre en casos de violencia de género o delitos sexuales.
Feijóo subrayó que este sistema permitiría a las autoridades rastrear en tiempo real a los pirómanos, detectar si acceden a zonas forestales sensibles y, en caso de nuevos fuegos, relacionar su presencia con el inicio de los mismos. Además, el dirigente popular destacó el efecto disuasorio que tendría el saber que cualquier intento de reincidir podría ser descubierto de inmediato.
La propuesta plantea, no obstante, un reto jurídico: al afectar a la libertad de movimientos, un derecho fundamental protegido por la Constitución, la imposición de estas pulseras requeriría siempre de autorización judicial individualizada.
Según datos citados por Feijóo, desde el inicio de la campaña de incendios de este verano, la Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido a 41 personas por provocar fuegos y mantienen abiertas investigaciones sobre otras 127.
Más allá de las medidas de control, el plan del PP —que será debatido en el Congreso— incluye un paquete de ayudas económicas y reformas normativas para favorecer actividades que contribuyan al cuidado de los bosques y a la prevención de incendios, con el objetivo de reforzar la protección del medio rural frente a la amenaza de los fuegos cada vez más virulentos.
