El voto a favor del decreto ómnibus, acordado entre el Gobierno y Junts, ha expuesto discrepancias internas en el Partido Popular (PP) y generado tensiones dentro de la cúpula liderada por Alberto Núñez Feijóo. Aunque finalmente el partido optó por apoyar la medida, no todos los dirigentes estuvieron de acuerdo con este giro estratégico, que también ha dejado espacio a Vox para capitalizar la oposición más contundente al Ejecutivo.
Fuentes de la dirección popular confirman que la decisión de apoyar el decreto fue discutida intensamente. Algunos sectores preferían abstenerse para evitar contradicciones sin alinearse abiertamente con medidas controvertidas, como la moratoria antidesahucios, que desde el PP califican como una «protección a los ocupas», o la devolución al PNV del palacete en París, actual sede del Instituto Cervantes.
Sin embargo, Feijóo impuso el voto afirmativo argumentando que el PP no podía permitir que el PSOE utilizara el titular de que los populares votaron contra la subida de las pensiones. «Todo lo relacionado con las pensiones es especialmente delicado para nosotros», reconocen desde Génova, recordando episodios polémicos como la entrevista en TVE durante la campaña de 2023, en la que Feijóo tuvo que rectificar tras afirmar que el PP siempre había revalorizado las pensiones según el IPC.
Las consecuencias estratégicas
La decisión de apoyar el decreto ha tenido implicaciones tanto externas como internas. En el corto plazo, los populares admiten que Vox podría beneficiarse electoralmente al presentarse como la única fuerza opositora firme frente al Gobierno. «Quedar desdibujados en la lucha contra la ocupación es una de las mayores preocupaciones del partido», indican fuentes internas, conscientes de que Vox está ganando terreno en este tema.
Por esta razón, Feijóo ha intensificado su comunicación con colectivos como la Plataforma Antiocupación para reafirmar la postura del PP y evitar perder credibilidad en un tema que consideran clave para su electorado.
Un desgaste asumido pero calculado
En defensa de su decisión, Feijóo aseguró que el voto al decreto no implicaba un respaldo a las negociaciones del Gobierno con Puigdemont, sino una medida pragmática para no bloquear la subida de las pensiones. «Nosotros no votamos a favor del acuerdo con Junts, votamos a favor de las pensiones», afirmó.
Desde Génova insisten en que el apoyo al decreto también evidenció la debilidad parlamentaria de Sánchez, quien depende de Junts y otras formaciones minoritarias para sacar adelante medidas clave. «Feijóo no le debe nada a Vox y tiene que defenderse», subrayaron desde la dirección del partido, en respuesta a los ataques de la extrema derecha.
El PP frente a una legislatura compleja
El desgaste que asumen en el corto plazo por este movimiento se enmarca en una estrategia más amplia para consolidar al PP como una alternativa viable de gobierno. No obstante, el desafío será evitar que Vox siga creciendo electoralmente a costa de disputarle el espacio en la oposición.
Con las tensiones internas en proceso de gestión y la presión externa en aumento, el PP encara una etapa delicada en la que deberá equilibrar sus decisiones estratégicas con las expectativas de su base electoral.