Ha señalado la necesidad de planes de actuación para Ceuta, que tengan en cuenta las especificidades de la Ciudad. Karim Bulaix ha afirmado que Ceuta se encuentra en «la peor crisis económica y social» de su historia. Además ha hecho balance de las consecuencias de la crisis migratoria vivida el pasado mes de mayo
El presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix, ha participado este miércoles en la Ponencia de estudio en el Senado sobre la situación de Ceuta y Melilla, una cita en la que ha transmitido a los senadores presentes su visión sobre el momento que vive Ceuta. Un momento muy complicado, el de la peor crisis económica y social de cómo mínimo los últimos cincuenta años, que se remonta a mucho antes de la pandemia, como consecuencia de los problemas fronterizos, y que, además se ha visto agravada por la crisis migratoria de los días 17 y 18 de mayo.
«Una crisis fronteriza que ha puesto a Ceuta en el foco de los informativos de todo el mundo, que tendrá consecuencias políticas nacionales e internacionales aún por aclarar y que supone, además, un drama humanitario ya que más de mil menores cruzaron la frontera de forma irregular y se encuentran hoy acogidos en Ceuta», ha señalado, insistiendo en que «estamos en uno de los peores momentos de la historia de Ceuta y que además está siendo retransmitido en vivo y en directo al resto de España y el mundo».
Bulaix ha explicado que por una parte, esta situación puede tener efectos positivos y negativos. En los negativos, según el presidente de la Cámara de Comercio, «se puede estar transmitiendo una imagen de Ceuta como territorio de conflicto e inestabilidad política, que puede ser contraproducente con la necesaria atracción de inversiones y empresas que requerimos y necesitamos de forma urgente». Por ello ha insistido en que «es necesario que todas las instituciones hagan un esfuerzo común para transmitir que Ceuta es una ciudad española y europea, en la que como en el resto del territorio de la unión, rige el estado de derecho y tiene todos los condicionantes legales y de estabilidad necesarios para acoger con todas las garantías los proyectos de inversión de las empresas interesadas».
Respecto a los efectos positivos, ha señalado que, «por fin, tras años en los que no se han escuchado ni tenido en cuenta las peticiones que se realizaban desde la ciudad, las administraciones nacionales y europeas se han dado cuenta de que Ceuta y Melilla son territorios con unas peculiaridades especiales derivadas de ser frontera de la Unión Europea en África, de su tamaño, de su ubicación geográfica e insularidad y su carácter estratégico para España y Europa».
Bulaix ha expresado en el Senado que «la crisis fronteriza de las últimas semanas ha puesto de manifiesto lo que desde numerosas instituciones públicas, privadas y empresariales se venía reclamando desde hace años: que Ceuta estaba sufriendo una grave crisis económica, y de desempleo que podía poner en riesgo la paz social y que requeríamos ayuda urgente de las administraciones nacionales y europeas. Porque la de Ceuta, no es una crisis generada por la pandemia, sino que la crisis ya existente, se ha agravado a causa de la misma».
El Presidente ha realizado un análisis más exhaustivo de la situación que ha generado la crisis, haciendo especial hincapié en el peligro de la desaparición de nuestro tejido productivo como consecuencia del pequeño tamaño de las empresas. «Lo que conlleva que no puedan soportar un tiempo prolongado de crisis como el que estamos viviendo», afirma. En este sentido ha destacado la importancia del Programa Ceuta Resiste para poder contener la destrucción de un tejido que, sin la aplicación de medidas estructurales puede que no se regenere, con el problema social de desempleo que ocasionaría.
Asimismo, ha incidido en «la lacra del paro que azota a nuestra Ciudad, con una tasa que afecta a cerca del 30 por ciento de la población activa y un paro juvenil por encima del 71 por ciento, que está provocando que los jóvenes ceutíes que se marchan a estudiar fuera no regresen a la ciudad, mientras que aquellos que se quedan no encuentran en la oferta formativa la respuesta a sus necesidades o a una salida laboral». Además, para Karim Bulaix, «a esto se suma, además, que el abandono escolar en Ceuta es el más alto del país, lo que deja a un importante número de jóvenes sin titulación que les permita acceder al mercado laboral. Todo ello, ha explicado, lastra o condiciona la inversión de empresas, que temen no encontrar los recursos humanos necesarios para desarrollar su actividad».
Para poder paliar la situación de crisis en la que se encuentra inmersa Ceuta a ojos del representante de la Cámara de Comercio «es necesario que se lleven a cabo medidas estructurales que permitan a la ciudad ser un espacio competitivo y económicamente independiente de Marruecos». Para ello, el presidente ha reclamado ante el Senado un Plan Estratégico para Ceuta, desarrollado e impulsado por el Estado, trabajando conjuntamente con la Ciudad Autónoma e implicando a todos los agentes sociales, entre ellos la propia Cámara, que permita el desarrollo económico de la ciudad.
«Junto al mismo, es necesario un Plan de Inversiones del Estado, con infraestructuras generadoras de empleo (centros tecnológicos, unidades militares, centros portuarios, etc.), un plan de medidas para paliar el aislamiento de la ciudad y permitir una comunicación fluida económica y de pasajeros con el resto de España y Europa, y las reformas jurídicas que sean necesarias aplicar para paliar las desventajas estructurales a las que se enfrenta la ciudad», ha explicado.
Este plan debe contemplar, además, tal y como ha afirmado, «la mejora de los servicios que el Estado proporciona, como son los de Empleo y Educación, que luche contra el abandono escolar, que permita a los alumnos ceutíes abandonar los últimos puestos del informe PISA, y que permita retener el talento que acaba abandonando Ceuta en busca de oportunidades».
El presidente de la Cámara ha dejado claro que «nosotros no nos vamos a rendir porque si algo ha caracterizado y caracteriza al empresario de Ceuta es su eterna capacidad de lucha ante las numerosas vicisitudes, cambios legislativos, cambios productivos y problemas que ha sufrido nuestra tierra. Entereza, conocimiento y un amor sin condición por Ceuta que hace que, hasta en los peores momentos como los que vivimos, sigan apostando su capital y su esfuerzo por generar riqueza y empleo».