Nos encontramos en la Calle Este, uno de los «corazones» del Príncipe Alfonso. Al adentrarnos en el barrio, llama la atención la situación en la que se encuentran sus calles. No hay asfalto en muchas de sus calles, ni iluminación. La accesibilidad brilla por su ausencia. Todo lo contrario que las plagas y aguas fecales, que circulan por la calle «a sus anchas».
Nos acompaña Yassin Hamed, el presidente de la Asociación de Vecinos Calle Este, en la que se está llevando a cabo una reforma para asfaltar un tramo de la calle y soterrar algunas tuberías. «Esta es una obra de ACEMSA, de este tramo. Antes todo era fango, no tenían cemento», nos explica el presidente de la Asociación, mientras nos enseña la obra, que apenas dura unos metros.
Tan solo un trozo de calle al que se le han puesto unas cuantas losetas, que acaba donde empieza la subida al colegio Reina Sofía. Una subida llena de gravilla, en la que los vecinos nos cuentan como varias personas del barrio han sufrido accidentes y han resbalado, pero que sigue sin arreglarse.
Bilal, otro vecino que pasa por allí, nos cuenta como se ha ido «arreglando» el resto de la calle durante varios años. «Un tío mío que trabaja en la obra traía cemento y lo íbamos arreglando», nos dice, mientras critica el estado en el que se encuentra la barriada.
«Tu paseas por Ceuta y no ves nada así. No es que nos sintamos marginados, es que estamos marginados«, dice, mientras señala los restos de una antigua chabola, de chapa, donde también nos cuenta que varios niños se han cortado.
«Dan vergüenza las condiciones en las que está la barriada«, añade el presidente de la Calle Este, Yassin, que sigue enseñándonos deficiencias de la calle que preside. «Lo que pido al Gobierno es que ayude a las personas más marginadas, las personas del Príncipe. Queremos agradecer la obra que se está haciendo, pero al mismo tiempo pedimos que se hagan las cosas bien, completas» dice refiriéndose al soterramiento de las tuberías en las zonas donde ACEMSA está trabajando. Unas tuberías que deberían arreglarse en toda la calle, ya que allá por donde andes el moho y filtraciones de agua son constantes, muchas de estas aguas fecales. «Hacer esto es como enseñarle un caramelo a un niño y luego quitárselo», dice Yassin en referencia a los tramos arreglados.
Hacen falta también mejoras en el sistema de alcantarillado y los vecinos reclaman la instalación de sumideros para evitar las inundaciones en días de lluvia.
Durante nuestro recorrido uno de los vecinos sale de su casa y saluda a Yassin. Al vernos, no duda en expresar sus quejas: «Esto está abandonado. Muchos políticos han dicho que lo van a arreglar pero así está, abandonado todavía. Así llevamos años. Han arreglado todas las barriadas menos esta«, critica, minutos de volver a entrar a su domicilio, no sin antes expresar su agradecimiento a Yassin Hamed, «por todo lo que está haciendo por el barrio».
Pero no es este el único problema que denuncian los vecinos. Debido al estado en el que se encuentran las calles, la accesibilidad para personas con movilidad reducida es imposible. «Un minusválido no puede pasar por aquí», apunta Yassin, mientras señala uno de los muchos baches en el cemento que hace de asfaltado a lo largo de la Calle Este, donde ir en silla de ruedas se convierte en una misión imposible. Las personas mayores también son víctimas del estado irregular del piso en las calles del Príncipe. Para ellos supone un gran esfuerzo recorrer la poca distancia que hay entre los callejones y las plazas céntricas, donde pueden acceder a las tiendas o las paradas del autobús.
El vertedero de la Calle Este
El problema de los «vertederos improvisados» en nuestra ciudad es un tema de máxima actualidad. En numerosas ocasiones se ha denunciado la existencia de estos vertederos ilegales, que se encuentran en numerosas zonas de Ceuta. Uno de ellos se encuentra precisamente en el Príncipe Alfonso, en la Calle Este y lo que asombra de él es su dimensión.
«Estamos hartos»
Yassin Hamed, presidente de la Asociación de Vecinos de la Calle Este
Una «montaña de basura» ocupa una de las zonas de la barriada, con la que además los jóvenes y no tan jóvenes del barrio conviven con normalidad.
Al llegar a la zona la mascarilla no es suficiente para tapar el olor que la gran cantidad de basura allí acumulada desprende. Junto a ella, una reunión de jóvenes del barrio, como si de una plaza cualquiera se tratase.
«En el centro huele a naranjo, aquí huele a mierda», se queja uno de los jóvenes, entre las risas del resto, que ya ven como algo normal de su día a día la convivencia con la basura. «Estamos hartos», nos dice Yassín.
La problemática de este vertedero ilegal, tal y como nos explica el presidente de la Calle Este, es que se encuentra en un solar privado, al que TRACE no puede acceder. No obstante, esta no es excusa que justifique la falta de contenedores en la barriada y de papeleras. Cabe destacar, que no hemos observado ninguna durante nuestra ruta. «¿Como explicamos a los niños que no se tiran las cosas al suelo si no tenemos papeleras?» nos pregunta Yassin, denunciando de nuevo, otra de las carencias de la barriada.
La limpieza – o la falta de ella – es uno de los principales problemas que denuncian los vecinos de Calle Este. En muchos casos, el imposible acceso de los camiones hace que no se limpien ciertas zonas, según nos cuentan los vecinos, que aseguran que muchas veces son ellos mismos los que limpian «la puerta de sus casas».
Las plagas también forman parte de la rutina de los vecinos de la Calle Este. Ejemplo de ello es el «recibimiento» que nos dio el cadáver de uno de estos roedores nada más llegar a la barriada. Al parecer no son estos los únicos animales que campan a sus anchas por la barriada. «Más de una vez he salido de mi casa y he visto una serpiente», nos cuenta uno de los vecinos que se encuentra en la zona.
«No hay derecho a que mis niños tengan que criarse con ratas como conejos», se queja otro.
La falta de iluminación y la inseguridad que provoca
La iluminación tampoco es uno de los puntos fuertes de la Calle Este. Abundan los callejones sin iluminar y las farolas estropeadas. Hay calles en las que las linternas se convierten en un complemento indispensable para poder ir de un lugar a otro.
A esta falta de iluminación muchos residentes de la barriada achacan la inseguridad. La falta de luz y la propia estructura de la barriada hace que haya puntos por los que a los vecinos les llegue a dar miedo circular cuando cae la noche, un hecho que en invierno se da a las 6 de la tarde. «Yo invito a cualquier político de Ceuta a que pase por esta calle de noche», nos dice un vecino, que está seguro de que nadie que no viva en el Príncipe se atrevería a circular en medio de esa oscuridad.
Esta falta de iluminación es una de las principales preocupaciones de Yassin Hamed, el presidente de la Calle Este, que echa en falta más puntos de iluminación y pide que se instalen más farolas en la calle cuya asociación de vecinos preside.
Ni ocio, ni infraestructuras, ni oportunidades
Los jóvenes son otras de las «víctimas» de la falta de infraestructuras de la Calle Este. Sin la existencia prácticamente de plazas, parques o pistas deportivas el ocio se hace difícil. Sobre las pistas deportivas, por ejemplo, Yassin Hamed nos explica que existen tan solo dos pequeñas zonas donde poder jugar al fútbol. «Se tienen que matar los niños para jugar», cuenta.
Tan solo dando un paseo por la calle, pueden observarse grupos de jóvenes reunidos en esquinas, callejones e incluso, como antes contábamos, en el vertedero. Echan de menos lugar donde reunirse.
Pese a que la Ciudad anunció una inversión de 13 millones de euros de los Fondos Europeos para la barriada Príncipe Alfonso, con los que iban a realizarse numerosos proyectos entre 2014 y 2020. Sobre el proyecto del Centro Cívico en la barriada, que tanta polémica ha generado en la Asamblea de Ceuta, finalmente se aprobó el pasado diciembre.
Pese a estos proyectos e inversiones, la falta de infraestructuras en la Calle Este se percibe tan solo entrando en ella.
La brecha digital es otra de las cuestiones que preocupan a los vecinos de la Calle Este, donde muchas familias apenas llegan a fin de mes y no pueden proporcionar a sus hijos la tecnología que les gustaría. «Hay niños a los que no les llega ni para comprarse un libro», nos cuenta el presidente de la Calle Este, que señala, además, que la falta de preparación de los padres ha hecho que varios niños no hayan podido acceder a la beca que les corresponde.
«Quieren crear un gueto que no existe»
Yassin Hamed, presidente de la Asociación de Vecinos de la Calle Este
Una situación, que da lugar a las altas cifras de abandono escolar que se dan en la barriada y una falta de oportunidades que deriva en el paro y la pobreza.
«Quieren crear un gueto que no existe», afirma Yassin que, aunque decepcionado por la situación de la Calle Este, aún mantiene la esperanza en que las mejoras a la barriada lleguen pronto.
Es todo ilegal. Tirar el barrio abajo es la única solución para acabar con todos los problemas. Aunque allí viven como cerdos en un charco.
Los cerdos son los del gobierno que permiten que vivamos así