Antúnez, conocido por su compromiso con el deporte y su carrera sindical, dejó un legado de dedicación y pasión, tanto en su profesión como en su vida personal. Su inesperada partida no solo conmocionó a quienes lo conocían de cerca, sino tambián para toda la comunidad que valoraba su energía vital y su constante disposición a defender los intereses de sus compañeros.
El Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Ceuta ha propuesto otorgar una de las Medallas de la Autonomía a José Miguel Antúnez en reconocimiento a su destacada trayectoria tanto en el ámbito deportivo como en el sindical. José Miguel Antúnez, oriundo de Palma de Mallorca y ceutí de adopción, es recordado por su incansable dedicación tanto en el campo deportivo, donde llevó la bandera de Ceuta a numerosas competiciones nacionales, como en su labor sindical en defensa de los derechos de sus compañeros.
El PSOE ha destacado que «pocas personas han luchado tan fervientemente por nuestros colores caballas como José Miguel, y pocas han demostrado la calidad humana y de servicio que siempre le caracterizó». Además de su destacada carrera como deportista y sindicalista, Antúnez es recordado como un entregado padre y una persona excepcional que defendió con pasión a la ciudad de Ceuta y a su gente, siempre con una sonrisa que, según sus allegados, «siempre llevaremos en nuestros corazones».
José Miguel Antúnez González se estableció en Ceuta durante su infancia y desde joven mostró un talento excepcional en diversas disciplinas deportivas, incluyendo el taekwondo, el ciclismo de montaña, el duatlón y el trail. Tras completar sus estudios de Magisterio y unirse al cuerpo de la Policía local, Antúnez también se destacó como un activo sindicalista, jugando un papel clave en la consolidación de la UGT como sindicato mayoritario en el Ayuntamiento. Su compromiso y logros le valieron ser nombrado Mejor Deportista de la Ciudad en dos ocasiones, culminando su carrera con un cuarto puesto en el Campeonato Mundial de Duatlón en 2011.
La repentina muerte de José Miguel Antúnez a los 47 años sorprendió profundamente a sus familiares, amigos y colegas. Antúnez, quien había sido operado recientemente de una hernia en la espalda, no se había sentido bien desde entonces, aunque nada hacía presagiar un desenlace fatal. Su fallecimiento dejó un profundo vacío en muchos ámbitos de Ceuta, especialmente en los deportes, el sindicalismo y entre sus compañeros de la Policía Local, donde era muy querido y respetado por su incansable labor y su amabilidad. PSOE espera que la concesión de la Medalla de la Autonomía a Antúnez sirva como un homenaje duradero a su legado y como inspiración para las futuras generaciones de Ceuta.