El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que España no pondrá obstáculos a los candidatos propuestos por Italia y Hungría para la Comisión Europea. La decisión, tomada en un contexto de tensas negociaciones, busca asegurar el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, con competencias en Transición Justa y Competencia. Sánchez ha insistido en que el cumplimiento de los tratados europeos, que garantizan a cada país miembro un comisario, es prioritario.
El peso de los tratados europeos
Durante su intervención en el G-20 celebrado en Río de Janeiro, Sánchez explicó que la normativa comunitaria otorga a cada estado miembro el derecho de proponer un comisario, una prerrogativa que no puede ser vetada por motivos políticos. Esto incluye a los candidatos ultraconservadores Raffaele Fitto, de Italia, y Oliver Varhelyi, de Hungría. Aunque su nombramiento ha generado resistencia dentro del bloque socialdemócrata, Sánchez subrayó que “los tratados son claros” y que España respetará estas propuestas para evitar mayores retrasos en la formación de la nueva Comisión Europea.
Acuerdo político y cumplimiento mutuo
Sánchez también destacó la importancia del acuerdo alcanzado entre las tres grandes familias políticas europeas —socialistas, populares y liberales— para garantizar un equilibrio en la composición de la Comisión. Este pacto, según el presidente, es clave para que los socialistas respalden a los candidatos conservadores, a cambio de que Ribera reciba el apoyo necesario de los populares. “Nosotros hemos cumplido nuestra parte del acuerdo; ahora pedimos reciprocidad”, declaró.
Críticas al Partido Popular
El presidente del Gobierno no escatimó en reproches al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusándole de utilizar las instituciones europeas como escenario para conflictos nacionales. Sánchez denunció que el PP ha dificultado la designación de Ribera como parte de una estrategia política para favorecer a Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana. “Defender intereses locales no puede ir en contra del Estado autonómico, de España ni de la Unión Europea”, afirmó.
El reto de Ribera como candidata
Teresa Ribera, actual vicepresidenta del Gobierno y una de las figuras más destacadas en la política climática europea, ha sido propuesta por Ursula von der Leyen como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión. Sánchez destacó que su perfil es ideal para liderar políticas de transición ecológica y energía en Europa, áreas clave para el futuro del continente. Sin embargo, su ratificación depende del apoyo del Partido Popular Europeo, lo que ha complicado su nombramiento.
Un contexto político complejo
La decisión del Ejecutivo español de respaldar a los candidatos de Meloni y Orbán refleja un enfoque pragmático en un momento crucial para la Unión Europea. Con desafíos globales como la transición energética y la autonomía estratégica en el horizonte, Sánchez instó a priorizar la unidad en el bloque comunitario. “España necesita una Comisión plenamente operativa cuanto antes, y estamos haciendo todo lo necesario para que eso suceda”, concluyó.