El Partido Socialista ha cerrado filas en torno a la vicepresidenta y candidata en Andalucía, María Jesús Montero, tras las acusaciones del independentismo en relación con el denominado “cupo catalán”. Desde Ferraz insisten en que “ese cupo no existe” y que las críticas lanzadas contra Montero no hacen sino consolidar su papel como referente de un modelo territorial basado en la igualdad entre comunidades.
En el seno del PSOE interpretan el choque como el primer gran pulso político del nuevo curso, y aseguran que la ofensiva contra la dirigente andaluza refuerza su discurso de cohesión social. “Cada ataque confirma que estamos en el camino correcto”, sostienen fuentes socialistas, que confían en que el debate contribuya a reforzar la posición de Montero como “garante” de un sistema sin privilegios autonómicos.
El partido considera, además, que la confrontación con el independentismo le permite a Montero proyectar un perfil sólido de cara a la campaña andaluza, donde la defensa de un modelo igualitario se perfila como uno de los ejes centrales de su mensaje político.
