Hassan Mansour, un refugiado sirio que ha encontrado refugio en Sevilla, expresa su alivio tras la caída del régimen de Bachar al Asad. «Quien mató a mi hermano y bombardeó mi casa ya no está», celebra Mansour, quien fue forzado a dejar su hogar en Alepo debido a la represión del régimen durante la Primavera Árabe.
Después de buscar asilo en Líbano y Turquía, Mansour finalmente llegó a Europa, enfrentando numerosos desafíos en el camino. Ahora, con la esperanza de regresar a su ciudad natal, sueña con reunirse con su familia y visitar la tumba de su hermano, víctima de la brutalidad del régimen.
Ayman Nachtawi, un médico refugiado de 75 años, comparte sus recuerdos del régimen de Al Asad y su experiencia de vivir bajo una dictadura. A pesar de las dificultades, Nachtawi mantiene la esperanza de ver elecciones libres en Siria y contribuir a la reconstrucción de su país.
La historia de Ayham al Sati, periodista y editor, refleja la lucha de muchos sirios que han perdido amigos y familiares en el conflicto. Desde Madrid, al Sati celebra la caída del régimen y espera poder regresar a Deraa, su ciudad natal, cuando se reabran las fronteras.
Los sirios en la diáspora están llenos de esperanza y determinación para reconstruir su país. «Si nos dejan en paz, podremos volver y reconstruir», afirma Nachtawi. La unidad del pueblo sirio es fundamental para aprovechar esta nueva oportunidad y devolver a Siria su antigua gloria.
Con miles de personas cruzando las fronteras desde Líbano y Turquía, el futuro de Siria parece prometedor. Mansour, Nachtawi y al Sati representan a muchos que desean regresar y contribuir a la paz y la reconstrucción de su patria.