El cohete europeo Vega C, equipado con el nuevo satélite Sentinel-1C del programa Copernicus, despegó exitosamente desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú en la Guayana Francesa a las 21:20 GMT (18:20 hora local). Este evento marca el regreso del Vega C tras un parón de dos años debido a un fallo en su primera misión comercial.
El Vega C había permanecido en tierra desde diciembre de 2022, cuando un fallo en la tobera del motor Zefiro-40 provocó la pérdida de dos satélites. Desde entonces, se han realizado mejoras significativas en el diseño del motor, incluyendo pruebas exitosas en mayo y octubre de 2024, asegurando su fiabilidad en diversas condiciones.
Este lanzamiento es un paso importante para Europa, que busca restaurar su acceso independiente al espacio. Junto con el cohete Ariane 6, operativo desde el verano, el Vega C representa un avance en la capacidad europea para llevar cargas útiles al espacio.
El Sentinel-1C, parte de la misión Sentinel-1 de la familia Copernicus, está diseñado para orbitar a 693 kilómetros de altura. Su misión es complementar al satélite 1A, activo desde 2014, y reemplazar al 1B, que dejó de funcionar en 2022. Equipado con tecnología radar avanzada, el Sentinel-1C ofrece capacidades mejoradas para la observación terrestre.
Entre sus innovaciones, el Sentinel-1C incluye una antena de identificación automática (AIS) para mejorar el rastreo de barcos y la vigilancia marítima. Con una vida útil de siete años, extensible hasta 12, está preparado para reentrar en la atmósfera al final de su misión.
La misión Sentinel-1 proporciona imágenes de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica, beneficiando aplicaciones como la vigilancia del hielo marino, el control de vertidos de petróleo y la detección de buques. También es crucial para la gestión de recursos naturales y la respuesta a crisis humanitarias.
El director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, destacó el orgullo europeo por este logro, subrayando la importancia del lanzamiento del Vega C y del nuevo Sentinel-1C. La ESA, junto con Avio y Arianespace, ha trabajado arduamente para asegurar el éxito de esta misión.
El regreso del Vega C es especialmente significativo en el contexto de la crisis temporal de lanzadores que Europa ha enfrentado, exacerbada por la suspensión de la cooperación con Roscosmos debido a la guerra en Ucrania y los retrasos del Ariane 6. Este lanzamiento representa un paso clave hacia la recuperación de la autonomía espacial europea.