El Gobierno admite preocupación mientras la oposición redobla la presión con posibles acciones judiciales
La inquietud se ha instalado en el seno del Gobierno ante la posibilidad de que se tramite un suplicatorio contra Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE. La frase que circula entre varios altos cargos resume el estado de ánimo: “La oposición tiene artillería pesada”.
Aunque Cerdán ha manifestado estar “tranquilo” ante la situación, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha salido en su defensa pública, fuentes cercanas al Ejecutivo reconocen que la firmeza inicial en el apoyo al dirigente socialista empieza a mostrar fisuras.
El posible suplicatorio —una solicitud formal al Congreso para autorizar la imputación de un aforado— no solo tendría consecuencias judiciales, sino que podría desencadenar una tormenta política en un momento delicado para el Ejecutivo. La oposición, encabezada por el Partido Popular y Vox, ya ha comenzado a presionar en los medios y en el Parlamento para exigir transparencia y responsabilidades.
En privado, algunas voces dentro del PSOE temen que el caso pueda convertirse en un nuevo foco de desgaste para el Gobierno, que ya lidia con una complicada agenda legislativa y con la necesidad de mantener la cohesión en su bloque parlamentario.
Por ahora, Cerdán mantiene su agenda y el respaldo oficial del partido, pero la evolución del caso podría reconfigurar el tablero político en las próximas semanas.
