El 90% entre las personas infectadas de VIH son diagnosticadas, el 97% de las personas diagnosticadas fueron tratadas con antirretrovirales y el 90% de las personas en tratamiento antirretroviral están con carga viral suprimida. Estos son algunos de los datos que aporta el Ministerio de Sanidad sobre esta enfermedad en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, en el que recuerdan la importancia de mantener relaciones sexuales seguras para prevenir el virus
Hoy, día 1 de diciembre, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es una enfermedad causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), que ataca fundamentalmente al sistema inmunitario, destruyendo las defensas del organismo y haciendo que la persona infectada padezca enfermedades y tumores. Una enfermedad sobre la que aún no se ha encontrado la cura y que este año, como otras muchas patologías, se ha visto muy marcada por la pandemia de la COVID-19.
Por ello desde el Ministerio de Sanidad se insiste con motivo del Día Mundial del Sida, en la importancia de la promoción de relaciones sexuales seguras a través del uso de estrategias preventivas combinadas, el uso del preservativo, la realización de la prueba de VIH y la profilaxis post y pre-exposición.
A pesar de la pandemia que estamos viviendo, no se puede «bajar la guardia» ante otras enfermadas ya existentes, por eso, desde el Ministerio de Sanidad, se insiste este año en mantener las medidas de prevención de la infección por el VIH y la atención de las personas afectadas. Así, subraya que «la promoción de las relaciones sexuales más seguras impulsando estrategias preventivas combinadas; el uso de preservativo, la realización de la prueba de VIH, y la profilaxis post y pre-exposición, son los objetivos prioritarios para el Plan Nacional sobre el Sida».
Plan Nacional sobre el Sida
Este año, marcado por la respuesta a la COVID-19, la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida ha trabajado con las comunidades autónomas, las ONG, los profesionales sanitarios y las sociedades científicas en la atención de las personas con infección por el VIH y las que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. Además, tal y como han informado desde el propio Ministerio de Sanidad, se han realizado diferentes documentos de recomendaciones para la prevención de la COVID-19 y se ha recopilado información relativa a la continuidad en la atención de las personas con infección por el VIH, el seguimiento de la PrEP y la dispensación del tratamiento antirretroviral para poder valorar las necesidades de mejora.
Asimismo, se ha puesto en marcha un ensayo clínico sobre la prevención de la infección por coronavirus en sanitarios, EPICOS, en el que están participando 74 hospitales de 15 comunidades autónomas y 5 países de Latinoamérica (Argentina, Bolivia, México, Uruguay y Venezuela).
Objetivos respecto al VIH
Entre los objetivos del Ministerio de Sanidad en la respuesta frente al VIH para el año 2020, estaba el «alcanzar los indicadores 90-90-90 y 90, así como la 0 discriminación y la reducción del 75% de las nuevas infecciones por el VIH con respecto a 2010″.
Respecto a estos objetivos, el balance que hace el Ministerio es positivo: se está cerca de alcanzar el 90% de diagnóstico del VIH entre las personas infectadas; el 97% de las personas diagnosticadas fueron tratadas con antirretrovirales y el 90% de las personas en tratamiento antirretroviral están con carga viral suprimida.
Respecto al cuarto 90, sobre calidad de vida, en 2019 se midió por primera vez y un 68% de las personas con el VIH en tratamiento valoró su calidad de vida como buena o muy buena.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad impulsó en 2018 el Pacto Social por la no discriminación y la igualdad de trato asociadas al VIH, en colaboración con las comunidades autónomas, entidades locales, ONG, sociedades científicas y otros sectores implicados.
En el marco de dicho Pacto se han adoptado medidas como la eliminación del diagnóstico de VIH como causa genérica de exclusión en las convocatorias de empleo público, según lo establecido en el acuerdo de Consejo de Ministros del 28 de noviembre de 2018. Además, según lo aprobado en los Consejos Interterritoriales de Sanidad y de Servicios Sociales, se ha eliminado cualquier tipo de discriminación hacia las personas con infección por el VIH en el acceso a centros residenciales públicos o a plazas concertadas en centros de titularidad privada.
Retos del futuro
Entre los principales retos para el futuro, el Gobierno comparte el compromiso de la comunidad internacional de poner fin a la epidemia de SIDA como amenaza para la salud pública para 2030. Para ello, trabaja en conseguir los objetivos de ONUSIDA 95-95-95 (95% de las personas con VIH diagnosticadas, de las que el 95% estén en tratamiento y al menos el 95% con carga viral indetectable) y del cuarto 95 para que las personas tengan una buena calidad de vida y cero discriminación.
Estos retos se reflejarán en el próximo Plan Estratégico de Prevención y Control de la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual 2021-2030 en el que ya se está trabajando en colaboración con las CCAA, las entidades locales, las ONG, las sociedades científicas y otros sectores implicados.