El Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE) se encuentra al borde del colapso con una plantilla reducida al 25% de su capacidad. De los cuatro neurólogos que deberían atender a la población, solo uno permanece en activo, mientras que los otros tres están de baja. Esta situación crítica ha obligado a suspender pruebas esenciales para el diagnóstico y tratamiento de patologías graves como el ictus, la epilepsia y la esclerosis múltiple, poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes.
El Sindicato Médico de Ceuta (SMC) ha denunciado públicamente la sobrecarga asistencial y exige una solución urgente a las autoridades sanitarias. La única especialista disponible debe atender consultas cada 15 minutos durante toda la mañana de lunes a viernes, lo que compromete la calidad asistencial. Además, los pacientes hospitalizados son evaluados por otras especialidades y las urgencias neurológicas se encuentran seriamente afectadas.
Entre las pruebas suspendidas se encuentran el Eco Doppler de carótidas y transcraneal, fundamentales para la detección de ictus; los electroencefalogramas y potenciales evocados visuales, cuya externalización está impactando la atención de pacientes con epilepsia y esclerosis múltiple; y las infiltraciones de toxina botulínica en pacientes con distonías y cefaleas refractarias. También se ha visto comprometido el seguimiento de pacientes con esclerosis múltiple tratados con anticuerpos monoclonales, quienes requieren controles periódicos.
El SMC advierte que la falta de recursos y la ausencia de refuerzos han llevado al servicio a una situación insostenible, que afecta tanto a la atención hospitalaria como a las consultas externas. La organización sindical exige medidas urgentes para evitar que la falta de especialistas siga comprometiendo la seguridad de los pacientes y el correcto funcionamiento del servicio de Neurología en Ceuta.