«El organismo considera que este recurso contencioso es necesario, dado que las condiciones contenidas en la bolsa de empleo son lesivas para los profesionales de la salud de Ceuta y el Ingesa no ha mostrado ningún interés en negociar con los afectados, aun siendo conscientes del malestar de sus trabajadores»
El Sindicato Médico de Ceuta ha recurrido a la vía contencioso-administrativa tras considerar que “las condiciones contenidas en la bolsa de empleo son lesivas para los profesionales de la salud de Ceuta y el INGESA no ha mostrado ningún interés en negociar con los afectados, aun siendo conscientes del malestar de sus trabajadores”. «Siendo evidente el caso omiso del Ingesa a sus trabajadores, el organismo sindical ha solicitado la suspensión cautelar de la bolsa de empleo, publicada sin negociación previa, alegando numerosas vulneraciones a los derechos de los trabajadores», señala un comunicado remitido por el sindicato.
Asimismo, el organismo señala que «la bolsa de empleo desplaza a algunos de los profesionales sanitarios que trabajan en Ceuta y hace que su experiencia, dependiendo del área en el que se haya requerido su trabajo por parte de la Administración, cuente solamente un tercio, respecto a la de otros especialistas del mismo sector». «En este aspecto, hay que tener en cuenta las grandes deficiencias de la Sanidad ceutí, que hacen necesaria la adaptación de los actuales profesionales de la ciudad para cubrir necesidades específicas por la falta de especialistas en ciertas áreas», apunta el sindicato.
De esta forma, los médicos de Familia, capacitados para trabajar en diferentes servicios (061, Urgencias de Atención Primaria, Urgencias Hospitalarias, Atención Primaria o Pediatría), «son destinados por la Gerencia del Ingesa en función de las necesidades de personal de cada área». Por esta razón, el Sindicato explica que «es injustificable que a la hora de valorar los servicios se puntúe solo un tercio en las áreas que no sean específicamente Atención Primaria, ya que no son los médicos los que eligen su puesto, sino que este viene determinado por la necesidades de la Administración«.
Además, «a esto hay que sumar que esta discriminación no se da en el resto del territorio nacional, donde los médicos de Medicina Familiar y Comunitaria obtienen la misma puntuación en cualquiera de los servicios en los que desarrollan su labor, por lo que esta bolsa supondrá un agravio comparativo para los médicos de Ingesa de Ceuta con respecto al resto de sus compañeros de la península. Para el Sindicato, es innegable que existe una desproporción y distinción negativa hacia aquellos médicos que han sido más polivalentes y han decidido cubrir puestos que, sin su predisposición, quedarían libres, sin la posibilidad de ofrecer un servicio de calidad por la falta de especialistas«, añade el comunicado.
Otras necesidades detectadas por el Sindicato Médico
Por otro lado, el Sindicato Médico también destaca «otros aspectos como la necesidad de formación reglada por parte del INGESA y la acreditación oficial de la formación médica continuada para acabar con una situación injusta que lleva años produciéndose en Ceuta». El comunicado remitido por el organismo ceutí expresa que «resulta inaudito y paradójico que, en la formación, el INGESA solo pretenda valorar aquellas actividades reconocidas por el Sistema de Acreditación de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud, cuando este organismo sanitario es el único servicio de salud de todo el país que no las ofrece. Según la bolsa, las actividades formativas llevadas a cabo en el ámbito de Ingesa tendrán sólo una valoración del 60% respecto de las anteriores».
Por último, el sindicato «exige que el Ingesa asuma su obligación de acreditar oficialmente la formación médica continuada para acabar con una situación injusta que repercute negativamente en el reconocimiento de méritos en las OPE (Ofertas de Empleo Público), los concursos-traslados y ahora en las bolsas de empleo temporal, algo que lleva arrastrándose 9 años».
Con todo esto, el Sindicato sostiene que no pretende «comenzar una lucha abierta» con INGESA, sino «proteger a los trabajadores de la salud que se han visto maltratados por una Administración que no se molesta en escuchar activamente sus peticiones y, mucho menos, en atender las lógicas demandas de las personas que trabajan para conseguir una sanidad digna y de calidad para todos, pacientes y profesionales».