Unos 200 militares profesionales en activo en Ceuta perderán su puesto de trabajo si nadie lo remedia en los próximos años al cumplir la edad tope fijada en 45. Como recurso sólo les queda enfrentarse a un examen eliminatorio. El próximo miércoles se celebra una de estas pruebas y a ella concurrirán treinta soldados, tras haber estudiado, con la esperanza de aprobar y consolidar su plaza. Uno de estos profesionales, a la par que aspirantes, relata a este medio su particular viacrucis en los siguientes términos.
Han transcurrido casi veinte años desde que ingresó en el Ejército. A día de hoy ya ha superado tres concurso-oposición, sin embargo, este hecho no impide que se enfrente a este duro trance. En cualquier otro organismo «ya habríamos obtenido una plaza fija», reconoce. Acudirá junto a los compañeros que se encuentran en idéntica situación a la prueba crucial del miércoles para afrontar su destino.
La incertidumbre es máxima. No cuentan con respaldo alguno y el Ministerio les abandona a su suerte. Durante estos años admite haber trabajado intensamente y cumplido con profesionalidad marcial las tareas encomendadas. En ocasiones «entre apenas treinta hombres», declara, realizaban el trabajo que «hubiese correspondido a cien», precisa. «No hay efectivos y las vocaciones decrecen año a año». Pero así es el ejército, cumplir y servir sin rechistar.
Por su parte achaca a Defensa que les «han mareado» sin cuartel. Lo único que sus compañeros y él consiguieron fue una prórroga, con la que consiguieron aumentar su vida militar de los 35 a los 45 años.
Pero opina que no cumplen con lo prometido cuando recuerda que al ingresar les ofrecieron perspectivas de futuro que han incumplido, puro papel mojado. La situación no va a hacer más que agravarse, indica el cabo primero. Para ejemplificar su sensación de desamparo lo ilustra con un ejemplo. Las oportunidades de formación que nos ofrecen entre guardia y guardia son incompatibles con la vida civil. Los títulos obtenidos no se homologan de inmediato y esto «merma nuestra capacidad de estabilización en el mercado laboral a posteriori. Este hecho genera desazón entre los compañeros que no ven ninguna salida laboral».
Como mucho les animan a «presentarse a las oposiciones de Policía o Guardia Civil pero allí seríamos un número más, partiríamos de cero igual que cualquier otro y es justo. Esto y nada es lo mismo». Lejos de parecerle profesional la postura de Defensa, piensa que se les trata como carne de cañón.
Lo clásico de un ejercito, que solo sabe desfilar, y poca cosa mas, Lleva 400 años sin ganar una sola guerra. Y que solo da miedo a su propio pueblo. Dad solución a esos pobres chicos, que han dado todo por España. En un país de igualdad, menos oficiales Generales y mas justicia social.