El voto por correo ha sido uno de los grandes protagonistas de la campaña ante el reto de las elecciones generales del próximo 23 de julio. Correos asegura que ya ha entregado 1,5 millones de documentaciones para el voto por correo de las 2,3 millones solicitadas, y ha formalizado 20.240 contratos de refuerzo para atender la alta demanda y poder cumplir con los plazos.
Las papeletas llegan al domicilio (o a la oficina de Correos más cercana si la persona no se encuentra en casa tras dos intentos del cartero o cartera) desde el 3 de julio hasta el 18 del mismo mes y se puede votar hasta el 20. Pero ¿qué pasa con el voto por correo una vez enviado? Este es su trayecto.
De la oficina de Correos al colegio electoral: el trayecto comienza en una caja fuerte
Tras depositar el sobre con el voto y el certificado de inscripción que garantiza la identidad del votante y del proceso en la oficina de Correos, se pone en marcha el trayecto que comienza con la custodia del voto por parte de la empresa postal y finaliza con la entrega del sobre en la mesa electoral el día de las elecciones.
Varios trabajadores de Correos, como la también miembro del sindicato CGT Virginia Hidalgo, relatan a Newtral.es el viaje del voto por correo, un proceso que, según indican, incorpora varios pasos y mecanismos concretos para avalar que se cumplen todas las garantías democráticas.
En la misma oficina de Correos donde se haya entregado el sobre con el voto, se guardan en una caja fuerte hasta su retirada a última hora de la tarde. En concreto, se almacenan en un depósito cuya clave la tiene únicamente la directora o director de la sucursal. Una vez se recogen, los sobres con los votos se trasladan a un gran centro de admisión masiva a donde llegan dentro de una caja precintada y un ‘mapón’, es decir, un documento en el que deben ir anotados los detalles del paquete: el número de sobres, el remitente de cada uno y la conducción de entrega en cada oficina.
Todas estas cajas se descargan en una habitación concreta del centro, donde una persona de seguridad ajena a Correos controla todo el proceso. Allí, empleados de la empresa postal que se hayan presentado voluntarios para ese trabajo mapean el contenido para comprobar que la información que la sucursal marcó es efectivamente correcta y, después, organizan cada sobre según el colegio electoral al que van destinados. Como indican las fuentes de Newtral.es, para garantizar la seguridad, a esa sala no puede entrar nadie ajeno a ese trabajo.
Tras esta selección, llegan las furgonetas que distribuyen los sobres a cada unidad de reparto adscrita a cada colegio electoral. De nuevo, el voto por correo se guarda bajo llave, en las cajas fuertes de cada oficina, custodiado por los directores de cada una. Hasta el día de las elecciones el 23 de julio.
Día de elecciones: así se garantiza la seguridad del proceso
Para la jornada electoral del 23 de julio, se reanuda el trayecto de los votos por correo. Correos tiene encomendada la misión de entregarlos en las mesas electorales. Cuando se abran los centros electorales, un primer equipo de empleados de la empresa postal entrega los votos –hasta ese momento custodiados bajo llave– en las mesas electorales distribuidas en los locales electorales de todo el territorio nacional. Este proceso también es muy garantista: los trabajadores de la empresa postal entregan los votos en cajas precintadas a los vocales de la mesa, que las deben abrir ante la mirada de todos los presentes.
Otro grupo de empleados hará llegar a las mesas electorales aquellos votos por correo que pueden recibirse durante el transcurso de la jornada. Como explican los trabajadores de Correos a Newtral.es, aunque el límite para votar por correo es el 20 de julio, los centros colectores pueden aún recibir algún sobre el mismo día de las elecciones por diferentes circunstancias.
Y así termina el trayecto de los votos por correo, cuando los vocales de la mesa los introducen en la urna al final del día, cuando se cierra el voto presencial. Además, en el listado del censo electoral que tiene cada secretario se indica si la persona pidió el voto por correo para evitar que vote dos veces.
Correos tiene, además, una última tarea al final de la jornada electoral: recoger el conocido como tercer sobre que contiene una copia del escrutinio. La empresa postal se encarga de la custodia de dichos sobres y de su posterior entrega en las Juntas Electorales correspondientes.
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Este artículo forma parte de los contenidos difundidos por Comprobado.es, una alianza de verificadores y medios para luchar contra la desinformación sobre las elecciones generales del 23 de julio.
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