La Costa del Sol ha emergido como un epicentro del tráfico de drogas en Europa. Conocida por su clima soleado y playas paradisíacas, esta región también es un imán para el crimen organizado. Los cárteles internacionales han establecido bases aquí, aprovechando la infraestructura turística para sus operaciones ilícitas.
En Fuengirola, un reciente asesinato de dos jóvenes escoceses en un pub irlandés subraya la violencia asociada al narcotráfico. La Costa del Sol actúa como un punto de encuentro para traficantes de armas, sicarios y otros elementos del hampa internacional.
Gibraltar, con su estatus de paraíso fiscal, ofrece un refugio seguro para el lavado de dinero. Aquí, los narcos pueden establecer sociedades mercantiles con facilidad, facilitando el blanqueo de capitales obtenidos del tráfico de drogas. La proximidad de Gibraltar a la Costa del Sol refuerza su papel en este triángulo delictivo.
Al otro lado del estrecho, Marruecos es un importante productor de hachís. Las organizaciones criminales marroquíes han adoptado tácticas de cárteles colombianos para expandir su influencia. El transporte de hachís hacia Europa se realiza a menudo en potentes narcolanchas, desafiando a las autoridades en su intento de frenar este flujo ilegal.
En 2023, España registró un récord en incautaciones de cocaína, con casi 100 toneladas interceptadas, gran parte procedente de Guayaquil. Este aumento refleja la creciente importancia de la ruta atlántica para el tráfico de cocaína hacia Europa.
La Mocro Mafia, una organización criminal de origen marroquí-holandés, ha encontrado en la Costa del Sol un lugar ideal para cerrar negocios. Su influencia se extiende desde los Países Bajos hasta el sur de España, consolidando su poder en el tráfico de drogas.
Mientras tanto, las mafias albanesas han ganado terreno en el tráfico de cocaína, controlando rutas desde Latinoamérica hasta Europa. Su capacidad para infiltrarse en mercados tradicionales del contrabando, como las Rías Baixas gallegas, demuestra su creciente influencia.
El gobierno español ha intentado combatir el narcotráfico mediante la creación de unidades especiales, como la OCON-SUR, aunque su desmantelamiento en 2022 dejó preguntas sin respuesta sobre la estrategia a largo plazo.
En conclusión, el triángulo formado por la Costa del Sol, Gibraltar y Marruecos representa un desafío significativo para las autoridades europeas en su lucha contra el narcotráfico. La colaboración internacional y el fortalecimiento de las medidas de seguridad son esenciales para enfrentar esta amenaza creciente.