El Tribunal de Primera Instancia de Tánger dictó en la madrugada del miércoles 25 de diciembre una sentencia de cinco años de prisión contra Yousra, fundadora del conocido “Grupo Al-Khair”. En total, las condenas relacionadas con este caso suman 77 años y 9 meses de cárcel.
La acusada fue declarada culpable de múltiples delitos, entre ellos estafa, captación ilegal de dinero del público, inversión sin autorización legal, transferencia no autorizada de fondos, explotación de la vulnerabilidad de los consumidores y promesas de ganancias fraudulentas mediante un esquema piramidal.
El esquema piramidal inspirado en “Hiba Al-Irth”
Durante su interrogatorio, Yousra confesó que se inspiró en un sistema conocido como “Hiba Al-Irth”, popular en la ciudad de Tetuán, que consiste en atraer a personas mediante un esquema piramidal. Fascinada por este modelo, Yousra aprendió su funcionamiento y propuso la idea a una familiar en Canadá antes de extenderla entre sus familiares y conocidos. Con el tiempo, la red llegó a involucrar a más de 1,000 personas en Tánger, Europa y América del Norte.
El modelo operaba de la siguiente manera: cada participante debía pagar una cuota inicial de 1,800 dirhams y reclutar a dos personas más, quienes debían hacer lo mismo, y así sucesivamente. Este proceso supuestamente generaba ganancias exponenciales que prometían convertir la inversión inicial en más de 10,000 dirhams. Además, los miembros podían reinvertir para duplicar sus ganancias y atraer a nuevos participantes, lo que llevó al esquema a expandirse durante dos años y medio.
La desaparición del fondo de garantía
El colapso del sistema comenzó cuando se descubrió la desaparición del fondo de garantía, creado supuestamente para proteger a los miembros y solventar problemas financieros. Yousra, encargada de gestionar este fondo, no pudo justificar el destino de los fondos desaparecidos.
Karima, directora del grupo, junto con otros responsables, declaró que comenzaron a notar un déficit mientras distribuían las ganancias a los miembros. Cuando preguntaron a Yousra sobre el fondo, ella simplemente respondió que “el fondo había desaparecido”.
Ni Yousra ni los demás implicados ofrecieron explicaciones claras sobre el paradero del dinero que debía destinarse al fondo de garantía, el cual se financiaba con deducciones de las ganancias de los miembros.
Un caso de fraude masivo
El caso del Grupo Al-Khair ha destapado uno de los mayores fraudes piramidales en Marruecos en los últimos años, afectando a cientos de personas que buscaban beneficios rápidos. La sentencia contra Yousra y sus colaboradores busca sentar un precedente y frenar este tipo de actividades ilícitas que explotan la vulnerabilidad económica de las personas.
La justicia marroquí también busca rastrear los fondos desaparecidos, aunque la falta de registros y la naturaleza del esquema complican esta tarea. Mientras tanto, las víctimas siguen reclamando justicia y la recuperación de sus inversiones perdidas.