El Tribunal Supremo ha dado un paso significativo al admitir a trámite la demanda civil interpuesta por Alberto González Amador, quien es conocido por ser la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Esta acción legal se dirige contra la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por supuesta intromisión ilegítima en su derecho al honor.
La controversia se originó a raíz de unas declaraciones realizadas por Montero el pasado 12 de marzo durante una sesión de control al Gobierno en el Senado. En dichas declaraciones, Montero cuestionó públicamente la integridad de González Amador, sugiriendo que estaba involucrado en actividades fraudulentas relacionadas con la adquisición de un piso y comisiones por mascarillas durante la pandemia.
El auto del Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso Europa Press, revela que los magistrados de la Sala de lo Civil han decidido proceder con la demanda después de que un intento previo de conciliación fracasara. Este acto de conciliación, solicitado por González Amador, buscaba que Montero se retractara de sus afirmaciones. Sin embargo, la ministra no asistió al encuentro, lo que llevó a González a reclamar una compensación de 40.000 euros.
En sus declaraciones en el Senado, Montero expresó que le parecía ‘llamativo’ que Ayuso tuviera familiares y allegados relacionados con presuntos fraudes fiscales. Estas palabras fueron vistas como un ataque directo no solo a González Amador, sino también a la presidenta madrileña, insinuando un entorno de corrupción a su alrededor.
La situación se intensificó cuando ‘elDiario.es’ publicó información sobre una denuncia presentada por la Fiscalía contra González Amador por un supuesto fraude fiscal superior a 350.000 euros. Actualmente, esta denuncia está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, lo que añade más tensión al caso.
Este caso pone de manifiesto las complejidades de las relaciones entre política y justicia en España, donde las declaraciones públicas pueden tener consecuencias legales significativas. La admisión a trámite de esta demanda por parte del Tribunal Supremo subraya la importancia de proteger el derecho al honor, especialmente en el ámbito político.
El desarrollo de este caso será seguido de cerca por los medios y el público, ya que involucra a figuras prominentes del panorama político español. La resolución del tribunal podría sentar un precedente importante en cuanto a la responsabilidad de los funcionarios públicos en sus declaraciones y el alcance de la protección del honor personal.