El Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad mantener a Álvaro García Ortiz al frente de la Fiscalía General del Estado, desestimando el recurso presentado por la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) que solicitaba la anulación de su nombramiento.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha avanzado el fallo, que también impone a la APIF el pago de las costas judiciales, con un límite de 4.000 euros. En la sentencia, los magistrados han emitido un mensaje crítico hacia la asociación recurrente, señalando la falta de fundamentos sólidos para su reclamación.
Contexto del recurso y su impacto
El recurso de la APIF cuestionaba la legalidad del nombramiento de García Ortiz, argumentando supuestas irregularidades en el proceso. Sin embargo, el Supremo ha rechazado estas alegaciones, reafirmando la validez de su designación. La decisión consolida a García Ortiz en el cargo y refuerza la postura del Gobierno, que lo nombró como fiscal general del Estado.
Esta resolución llega en un momento delicado para el fiscal general. Este martes, el magistrado del Supremo Ángel Hurtado tomará declaración a García Ortiz como imputado por una presunta revelación de secretos en la causa de fraude fiscal contra Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Reacciones y próximos pasos
La sentencia del Supremo ha sido celebrada en sectores cercanos al Ejecutivo, que consideran a García Ortiz una figura clave para garantizar la independencia y continuidad en la Fiscalía General. No obstante, la imputación a la que se enfrenta podría ensombrecer su posición, abriendo un nuevo frente de polémica en el ámbito judicial y político.
Las imágenes del día muestran el movimiento en el exterior del Tribunal Supremo, donde se espera una jornada intensa con la comparecencia de García Ortiz. Este proceso, relacionado con la revelación de secretos en un caso de gran repercusión mediática, será crucial para definir el futuro del fiscal general y su impacto en la estabilidad institucional del organismo.
La resolución del Supremo refuerza momentáneamente la posición de Álvaro García Ortiz, pero el resultado de su imputación ante el juez podría marcar un nuevo punto de inflexión en la Fiscalía General del Estado.