En contra de lo solicitado por la Fiscalía, el Tribunal Supremo ha absuelto al actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, de la condena por prevaricación que pesaba sobre él. Siete semanas y media después de su elección como presidente de la RFEF, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha fallado a su favor, revocando la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra que le había condenado a siete años de inhabilitación por la concesión de una subvención de 86.311 euros para obras en un campo de fútbol en Moraña (Pontevedra).
El Supremo ha determinado que los hechos probados no constituyen un delito de prevaricación, explicando que la adjudicación del contrato para pagar obras ya realizadas no implica connivencia entre los involucrados. Además, señala que para que exista este delito debe haber una resolución arbitraria con un resultado materialmente injusto, lo que, en este caso, no se cumple, ya que la Administración contratante tenía la obligación de abonar las obras ya ejecutadas.
El fallo judicial ha causado sorpresa, especialmente después de que la Fiscalía solicitara al Supremo que ratificara la condena, argumentando que existían todos los elementos del delito. Sin embargo, la estimación del recurso de casación permite a Louzán continuar al frente de la RFEF.
La historia reciente de la RFEF ha estado marcada por cambios y crisis institucionales. Tras la inhabilitación de Ángel María Villar, Juan Luis Larrea ocupó la presidencia en funciones hasta mayo de 2018, cuando Luis Rubiales ganó las elecciones. Rubiales se mantuvo en el cargo hasta septiembre de 2023, cuando fue inhabilitado por la FIFA debido a su comportamiento en la final del Mundial femenino. Posteriormente, Pedro Rocha asumió la presidencia sin convocar elecciones en el plazo debido, hasta que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le inhabilitó en julio de 2024.
María Ángeles García Chaves Yaye dirigió la RFEF de manera interina hasta diciembre de 2024, cuando se celebraron elecciones en las que Louzán se impuso a Salvador Gomar con 90 votos frente a 43. La condena por prevaricación que pesaba sobre Louzán generó dudas sobre su continuidad, pero la falta de una sentencia firme le permitió postularse. Ahora, con la absolución del Supremo, su posición al frente de la RFEF queda definitivamente ratificada.