La carrera hacia la Casa Blanca está en su fase final, y las encuestas muestran una competencia cerrada entre Kamala Harris y Donald Trump. Según el promedio de DatosRTVE, Harris lidera con un 49.5% de los votos, mientras que Trump sigue de cerca con un 47.5%. Esta diferencia se ha reducido en los últimos días, lo que añade incertidumbre al resultado final.
En Florida, los republicanos parecen tener una ventaja, mientras que Oregón y Nueva Jersey se inclinan hacia los demócratas. Sin embargo, la verdadera batalla se librará en siete estados clave que suman un total de 66 votos en el Colegio Electoral, cruciales para alcanzar los 270 necesarios para ganar la presidencia.
Kamala Harris y Tim Walz han logrado aumentar su intención de voto en cuatro puntos respecto a la semana pasada, aunque todavía están por debajo del resultado obtenido por Joe Biden en 2020. Por otro lado, Trump y su compañero de fórmula, J.D. Vance, han mejorado su posición en seis décimas comparado con las elecciones anteriores.
Las proyecciones actuales indican que Harris tiene asegurados 173 votos electorales, mientras que Trump cuenta con 122. No obstante, Trump podría incrementar significativamente su total si asegura estados como Texas y Florida, que juntos aportan 70 votos. Harris, por su parte, podría sumar otros 53 votos probables.
El impacto del nombramiento de Harris como candidata demócrata ha sido significativo. La renuncia de Joe Biden a la candidatura presidencial a finales de julio cambió el panorama electoral, inicialmente favorable para los republicanos. Desde entonces, Harris ha ganado terreno, aunque la ventaja se ha estrechado recientemente.
Además de la presidencia, las elecciones del 5 de noviembre renovarán la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Actualmente, las encuestas sugieren una ligera preferencia por una mayoría demócrata en el Congreso, lo que podría facilitar la implementación de políticas si Harris gana la presidencia.
En resumen, el resultado de las elecciones dependerá en gran medida de un puñado de estados indecisos. Las encuestas seguirán siendo un indicador clave en los días previos a la votación, pero el desenlace final sigue siendo incierto.