En los últimos días, el mundo político español se ha visto sacudido por una serie de acusaciones de acoso sexual que han culminado en la dimisión de Íñigo Errejón como portavoz de Sumar en el Congreso. La actriz Elisa Mouliaá ha sido una de las voces más prominentes en denunciar estos hechos, afirmando que fue víctima de acoso sexual por parte del político.
En declaraciones a RTVE.es, Mouliaá confirmó su experiencia de acoso, asegurando que existen pruebas y testigos que respaldan su denuncia. Aunque ha optado por no revelar más detalles en este momento, ha prometido que pronto se hará pública una denuncia formal.
Para Mouliaá, dar su nombre era crucial para demostrar que estas no son simplemente denuncias anónimas y, por lo tanto, falsas. Su objetivo es esclarecer los hechos y apoyar a otras mujeres que puedan estar en situaciones similares, proporcionando nombres y apellidos.
El inicio de esta controversia se remonta a una publicación en Instagram de la periodista Cristina Fallarás, donde se compartieron mensajes anónimos sobre un «político muy conocido» en Madrid, descrito como un «monstruo» y un «maltratador psicológico». Esta denuncia rápidamente se viralizó en otras plataformas, con usuarios señalando a Errejón.
Entre las pruebas mencionadas, destaca un hilo en X (anteriormente Twitter), ahora eliminado, donde una joven narraba un episodio de acoso durante el evento Tremendas Femfest en 2023. En su relato, describía tocamientos inapropiados por parte de Errejón. Aunque el hilo fue eliminado, su contenido sigue circulando en la red.
Ante la gravedad de las acusaciones, el partido Sumar ha decidido abrir una investigación para verificar la verosimilitud de los hechos denunciados. Por su parte, Más Madrid ha exigido que Errejón entregue su acta de diputado.
Fuentes internas de Más Madrid han señalado que, aunque no había pruebas concretas dentro del partido, sí existía conocimiento de las denuncias en redes, las cuales algunos sectores consideraban creíbles. Sin embargo, debido a que Errejón pertenecía a Más País y no a Más Madrid, no estaba sujeto a los protocolos de actuación ante acoso del partido municipal.
Este caso ha abierto un debate más amplio sobre la responsabilidad de los partidos políticos en abordar y gestionar denuncias de acoso sexual y machista. La situación de Errejón plantea interrogantes sobre cómo se deben manejar estas acusaciones y qué medidas deben implementarse para proteger a las víctimas y garantizar un entorno seguro.
A medida que se desarrolla la investigación, la atención pública se centra en las acciones que tomarán los partidos involucrados y en el impacto que estas denuncias tendrán en la carrera política de Errejón. Mientras tanto, Elisa Mouliaá continúa siendo una figura clave en la lucha contra el acoso, inspirando a otras mujeres a alzar la voz.