Elon Musk, el magnate detrás de Tesla y SpaceX, ha jugado un papel crucial en el reciente triunfo electoral de Donald Trump. Durante la campaña, Musk utilizó su red social, X, para difundir mensajes de apoyo al candidato republicano, lo que resultó en un aumento significativo de su popularidad entre los votantes.
En su discurso de victoria, Trump no escatimó elogios hacia Musk, describiéndolo como una ‘nueva estrella’ en el firmamento político estadounidense. Esta alianza ha tenido un impacto inmediato en los mercados, con las acciones de Tesla disparándose un 13% tras el anuncio de la victoria de Trump.
La relación entre Musk y Trump no siempre fue cordial. En el pasado, Musk había criticado abiertamente al expresidente, calificándolo de ‘artista del engaño’. Sin embargo, en los últimos años, sus posturas se han alineado, especialmente después de que Musk adquiriera Twitter y levantara el veto impuesto a Trump en la plataforma.
El apoyo de Musk no se limita a las redes sociales. Ha sido un donante clave en la campaña de Trump, contribuyendo con al menos 44 millones de dólares. Además, su participación en mítines y eventos republicanos ha reforzado su imagen como un aliado estratégico del expresidente.
En el ámbito gubernamental, Trump ha propuesto a Musk para liderar una comisión de eficiencia gubernamental, un rol que el empresario ha aceptado sin exigir salario ni reconocimiento oficial. Esta comisión se encargará de proponer reformas drásticas para mejorar la eficiencia del gobierno estadounidense.
La influencia de Musk también se ha visto reflejada en la desinformación durante la campaña. Un informe del Centro para Contrarrestar el Odio Digital señala que varias publicaciones de Musk contenían información falsa o engañosa, acumulando miles de millones de visitas sin ser corregidas por la plataforma.
A pesar de las críticas, Musk sigue siendo una figura influyente en la política estadounidense. Su visión de un futuro multiplanetario y su apoyo a políticas de desregulación resuenan con la agenda de Trump, quien ha prometido reducir impuestos y fomentar la producción nacional.
Con su creciente influencia en la política y su posible rol en la administración Trump, Elon Musk se perfila como una figura clave en el futuro de Estados Unidos. Su capacidad para movilizar a millones de seguidores y su disposición a colaborar con el gobierno podrían redefinir el panorama político del país en los próximos años.