En la mañana del jueves, un pesquero llamado Toni-Li Segundo se hundió cerca de la playa de la Almadraba en Roses, Girona. El incidente ocurrió alrededor de las 09:38 horas, cuando el patrón de la Salvamar Lira recibió una llamada urgente alertando sobre el inminente hundimiento debido a una gran vía de agua.
El pesquero, de 34 metros de eslora y construido en 1972, se hundió rápidamente, quedando a unos 17 metros de profundidad. Afortunadamente, los cinco tripulantes fueron rescatados por otro pesquero, el Margarita y Elena, y trasladados al Centro de Atención Primaria (CAP) sin lesiones graves.
El principal desafío tras el hundimiento fue el riesgo de un derrame masivo de combustible. Aunque el pesquero tenía 2.500 litros de combustible, se estima que más de 1.500 litros aún permanecían en el depósito. Una mancha de fuel ya era visible cerca de la playa, lo que llevó a la activación del plan especial de emergencias por contaminación de aguas marinas en Cataluña, conocido como CAMCAT.
Para contener el derrame, se desplegaron cinco dotaciones de los Bomberos de la Generalitat, junto con la Unidad Marítima de los Mossos d’Esquadra, el Grupo de Apoyo Marítimo del Cuerpo de Agentes Rurales, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Cruz Roja. A mediodía, se habían instalado 75 metros de barrera para evitar que el gasoil se extendiera más.
El cambio de viento a sur alrededor de las 13:00 horas aumentó el riesgo de que el combustible llegara a la playa, lo que llevó a cerrar temporalmente la playa de la Almadraba. Las autoridades locales, incluyendo a los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Roses, colaboraron en estas medidas preventivas.
Salvamento Marítimo informó que el Grupo de Actuaciones Especiales subacuático (GRAESUB) se sumergiría para intentar sellar la fuga de combustible en el pesquero hundido. Este tipo de operaciones son críticas para minimizar el impacto ambiental y proteger la biodiversidad marina de la zona.
Este incidente subraya la importancia de contar con protocolos de respuesta rápida y efectivos ante emergencias marítimas. La coordinación entre diferentes cuerpos de seguridad y emergencias es esencial para mitigar los efectos de desastres ambientales y proteger tanto el medio ambiente como la seguridad de las comunidades costeras.