Emilio Carreira, antiguo consejero de Turismo y Deportes y portavoz del PP en la Asamblea, ha denunciado ante la Policía Nacional que Luis Mari Fernández, ex subdirector general de Menores y actual editor de un medio de comunicación, le propinó varios golpes en el rostro que le han ocasionado heridas en un labio y sangrado por la nariz.
La supuesta agresión se produjo a plena luz del día y en las instalaciones de un establecimiento la céntrica Plaza de los Reyes. Al aparecer, el supuesto agresor se habría acercado a Emilio Carreira, que se encontraba en compañía de un amigo, y le habría pedido que fuese a hablar con él. A la petición, Carreira habría respondido con una negativa que su interlocutor no encajó de buena gana, produciéndose en ese momento la agresión.
Según relatan otros medios locales, Carreira está convencido de que su agresor buscaba que le respondiera físicamente a los golpes, situación que según el propio Carreira señala le podría haber «arruinado la vida». Sin embargo, según sus propias palabras, mantuvo la calma y se dirigió al médico para obtener un parte de las lesiones con el que realizar la denuncia ante la Policía Nacional.
Presuntas amenazas e intentos de extorsión
Además, Carreira ha señalado a su agresor como una de las personas de las que recibió intentos de extorsión y amenazas cuando, durante la pasada legislatura, era el responsable de «gestionar las partidas públicas ligadas a la Comunicación«. También asegura que el presunto agresor lleva desde 2010 tratando de provocarle y que en más de una ocasión se ha dedicado a lanzarle ataques infundados -a él y a su familia- desde el medio de comunicación que dirige.
Muchas personas asocian esta agresión a un post de Facebook que publicó Emilio Carreira y en el que se podía leer: «Rumores: el camisa rosa, desde que le cesaron no para de criticar a todo lo que se mueve. Quiere seguir viviendo del cuento y cree que si me pone verde le harán caso. El pobre».
Carreira no niega que se refería al ex subdirector general de Menores y se justifica explicando que «respondía con barbaridades a otras barbaridades» que supuestamente su agresor habría vertido sobre él. En cualquier caso, Carreira tiene claro que una agresión física no se puede justificar, ni debe ser legitimada, de ninguna manera.