El endurecimiento de las normativas medioambientales derivadas del Pacto Verde Europeo ha llevado a un creciente número de empresas españolas a trasladar parte de su producción a Marruecos. Entre los factores clave de esta decisión destacan la menor carga regulatoria en cuestiones ecológicas, los costes laborales más bajos y un atractivo marco fiscal.
Empresas de renombre en el sector agroalimentario como Borges, Juver y Ebro Foods han optado por Marruecos como un destino estratégico para reducir costes operativos y mantener su competitividad internacional. Según datos de ICEX, más de 360 empresas españolas han ampliado o establecido operaciones en el país alauita en los últimos años, y el 10% de ellas provienen del sector agroalimentario.
Ebro Foods, pionera en Marruecos
Ebro Foods, conocida por marcas como Brillante, SOS y Nomen, fue una de las primeras compañías españolas en apostar por Marruecos. Desde 2001, la empresa opera una planta en la región de Larache con una capacidad de producción de 50.000 toneladas de arroz anuales. La inversión inicial de más de 15 millones de euros permitió a la firma establecerse como un referente en el sector.
Borges y su expansión en el mercado marroquí
Otra empresa destacada es Borges, famosa por sus aceites y frutos secos, que ha optimizado sus costes logísticos gracias a su participación en Framaco SA, una filial con capacidad de envasado de aceite de oliva y aceitunas. Esta operación no solo abastece al mercado local, sino que también mejora su alcance internacional.
El atractivo regulatorio de Marruecos
Uno de los principales alicientes para las empresas españolas es la flexibilidad en las normativas medioambientales de Marruecos, que contrasta con las exigencias europeas. Por ejemplo, en el ámbito agrícola, Marruecos permite el uso de ciertos fitosanitarios prohibidos en la Unión Europea, siempre y cuando se respeten las tasas de seguridad para la exportación.
Además, Marruecos ha reforzado su posición como hub agrícola al abrir dos gigantescos puertos en la última década, lo que facilita las operaciones de comercio exterior.
Incertidumbre en el comercio UE-Marruecos
A pesar de los beneficios, las empresas enfrentan incertidumbres por la reciente anulación de acuerdos comerciales entre la UE y Marruecos en materia de pesca y productos agrícolas. Sin embargo, el gobierno español ha pedido calma, ya que el actual convenio agrícola seguirá vigente hasta octubre de 2025, dando margen para renegociar.
Nuevas oportunidades para la tecnología agrícola
Más allá de la agroindustria tradicional, Marruecos también ha abierto sus puertas a empresas españolas especializadas en tecnología agrícola. Por ejemplo, Semillas Fitó SA exporta variedades adaptadas al clima marroquí, mientras que empresas como Criado y López se han consolidado en la construcción y mantenimiento de invernaderos.
Con su cercanía geográfica, costes competitivos y regulaciones menos estrictas, Marruecos se posiciona como un refugio estratégico para las empresas españolas que buscan sortear los desafíos del Pacto Verde Europeo sin comprometer su rentabilidad.