Según el informe de Arcópoli, en 2021 se incrementaron también los daños a la propiedad a diferentes entidades públicas y privadas que se muestran a favor de los derechos del colectivo LGTBI+
Pese a las restricciones a la actividad social vividas durante el año pasado como consecuencia de la pandemia de Covid-19, el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia registró 191 incidentes de odio motivados por LGTBIfobia durante el año 2021. Destaca un notable incremento del número de agresiones físicas registradas, pasando de 32 agresiones de este tipo en 2020 (12% del total) a 42 en 2021 (22% del total), siendo el dato más alto registrado desde el año 2017. Destaca también el aumento de incidentes relacionados con daños a la propiedad, dirigidos tanto a personas individuales como a asociaciones LGTBI y espacios políticos.
Se observan situaciones de hostigamiento, amenazas, denegaciones de servicios, discriminaciones en la Administración, en el ámbito laboral, 3 casos de presuntas terapias ilegales “de conversión”, situaciones de acoso escolar, discriminación familiar, mala praxis médica o policial, sexting, vejaciones y discursos de odio o prejuiciosos, en un caso claramente relacionado con el llamado discurso homonacionalista.
El Consejo General de la Psicología de España, en línea con la Asociación Psiquiátrica Americana, considera “del todo inadmisible que los profesionales de la salud mental indicaran, instaran o hicieran creer a sus pacientes que es posible modificar su orientación sexual y convertirse en heterosexuales mediante algún tipo de intervención terapéutica o tratamiento” prometiendo “soluciones falsas, milagrosas y evidentemente ineficaces” que “suelen derivar en problemas de ansiedad, depresión y suicidio”.
La mayoría de los incidentes registrados por el Observatorio siguieron sucediendo, al igual que en 2020, en la franja horaria de tarde y en la vía pública. Tras el fin de las restricciones horarias derivadas de la pandemia de Covid-19, la franja nocturna fue recuperando el protagonismo perdido desde 2020 como el escenario principal de las agresiones registradas. Además, continúa el aumento de los incidentes sucedidos en la vivienda habitual entre familiares, convivientes o vecinos (29, el 15,2%).
Durante 2021 se detectaron incidentes en 28 localidades de la Comunidad de Madrid. De nuevo la capital es el municipio que más incidentes registra, y dentro de ésta el Distrito Centro, seguida del municipio de Fuenlabrada. En ambas localidades existen unidades policiales especializadas en incidentes de odio, hecho que facilita la denuncia y el conocimiento de los hechos. También se registraron 12 casos sucedidos en internet, generalmente a través de las redes sociales.
Algo más de la mitad de las víctimas tenían entre 18 y 30 años en el momento en que se dieron los hechos, y el 82,4% tenían menos de 40 años. El perfil de la víctima continúa siendo el de una persona adulta joven, siendo las edades más habituales los 25, 28 y 31 años. Además, las personas trans representaron un 19,2% del total, siendo en su mayoría mujeres trans (14,4% del total frente al 4,8% de hombres trans).
En 2021 se alcanzó el porcentaje más alto de denuncia desde que existen registros del Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia: el 44% de los casos monitorizados (85 en total) fueron puestos en conocimiento de las autoridades. Esto es concordante con los datos recientemente revelados por el Ministerio del Interior, que también apuntaban a un claro aumento de las denuncias interpuestas por LGTBIfobia. Este dato refleja el creciente éxito de las políticas asociativas y públicas que animan a no ocultar los hechos y ponerlos en conocimiento de autoridades y recursos especializados, con el fin de acabar con la impunidad.
Emma Solano Dueñas, Coordinadora de Arcópoli, ha declarado que “En Arcópoli llevamos años trabajando de primera mano los delitos de odio por LGTBIfobia y seguimos señalando como principal escollo la infradenuncia. Nos llega un porcentaje muy pequeño de casos en relación a los que se producen”. “De este informe 2021 nos preocupa fundamentalmente el aumento de la violencia política: quema de banderas, pintadas en sedes, altercados en manifestaciones o la terrible marcha neonazi de septiembre del año pasado en Chueca”.