Lubna Mohamed Miludi, una ceutí de 31 años, y su hijo Abderrahman permanecen en el campo de refugiados de Al Roj, en Siria, según los últimos datos conocidos. Tal y como publica en su edición de hoy el diario El Confidencial.Viuda de un combatiente del Estado Islámico, Lubna es una de las últimas españolas identificadas en los campamentos donde se encuentran familiares de yihadistas muertos o capturados tras la caída del califato.
Un rastro que se desvanece
La familia de Lubna supo en octubre que había sido trasladada al campo de Al Roj desde el masificado y peligroso Al Hol, ubicado también en el noreste de Siria. En ese momento, contactaron con el Ministerio de Asuntos Exteriores para solicitar su repatriación, pero la información desde entonces ha sido escasa. Según relata El Confidencial, aportaron datos concretos, como su ubicación en la tienda número 40 del campo, y remarcaron su disposición a regresar a España.
Abderrahman, el hijo de Lubna, en una foto tomada hace dos años. Publicada en el confidencial.com
El Ministerio de Exteriores respondió entonces que no había evacuaciones previstas, aunque tomarían nota de los datos proporcionados. Sin embargo, el contexto sirio ha cambiado drásticamente en los últimos meses, complicando aún más cualquier intento de repatriación.
Un pasado marcado por el Daesh
Lubna forma parte de las mujeres que dejaron Europa para unirse al califato instaurado por el Estado Islámico entre Siria e Irak. Muchas lo hicieron convencidas de los ideales yihadistas, mientras que otras siguieron a sus parejas sin compartir sus posturas radicales. Tras la caída del Daesh, miles de estas mujeres quedaron atrapadas en campos de refugiados gestionados por las milicias kurdas, enfrentando condiciones extremas y la estigmatización internacional.
Según un informe del Real Instituto Elcano, el campo de Al Hol llegó a albergar a 60.000 familiares de yihadistas de más de 60 países, y es conocido por las dificultades para gestionar la seguridad y prevenir la radicalización dentro de sus límites. Por ello, el traslado de Lubna a Al Roj ofreció una esperanza a su familia, aunque las dificultades logísticas y políticas han frenado cualquier avance en su repatriación.
Lubna antes de marcharse a Siria
El precedente de otras españolas repatriadas
En enero de 2023, España logró repatriar a Luna Fernández y Yolanda Martínez, junto a 13 menores a su cargo. Estas mujeres llevaban años en Al Roj, y su regreso fue fruto de complejas negociaciones. A su llegada a España, fueron detenidas y acusadas de integración en organización terrorista, aunque actualmente se encuentran en libertad provisional a la espera de juicio.
La experiencia de estas repatriaciones ha generado un debate en torno a los riesgos de seguridad asociados con el regreso de familiares de yihadistas. Mientras las autoridades antiterroristas alertan sobre el proceso de radicalización que estas mujeres pudieron experimentar, también subrayan la necesidad de proteger a los menores, quienes han crecido en entornos hostiles y bajo la influencia de la ideología extremista.
Un futuro incierto
Mientras tanto, la familia de Lubna Mohamed Miludi continúa esperando respuestas. Halil y Hasma, sus padres, insisten en que su prioridad es garantizar la seguridad de su hija y su nieto. Sin embargo, las autoridades españolas no han realizado comentarios recientes sobre este caso, según indica El Confidencial.
El destino de Lubna y su hijo pone de manifiesto el dilema ético y político que enfrentan los países europeos en estos casos: equilibrar la seguridad nacional con la responsabilidad humanitaria. Mientras tanto, los campos de refugiados en Siria siguen siendo un símbolo de las cicatrices dejadas por el conflicto y la lucha contra el terrorismo global.