Este año con el objetivo de introducir la trata en la agenda 2030 y proponer acciones para un mundo sin esclavitud bajo el lema #RompeLaCadena
Por José Antonio Sánchez Gómez
El día 2 de diciembre se celebró el Día Internacional por la Abolición de la Esclavitud. En consonancia con este día, Diaconía ha organizado un evento que tiene como finalidad la convergencia de varios puntos de vista y el encuentro de diferentes personas expertas que luchan contra la trata con el objetivo de crear redes de apoyo.
El evento lo han inaugurado Victoria Rosell, Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Tania García, Punto focal en materia de Trata de Seres Humanos de la Dirección General de Programas de Protección Internacional y Atención Humanitaria y Conchi Rodríguez, Directora de Diaconía España.
El 90 por ciento de la prostitución mundial tiene origen en la trata de personas. La pandemia ha generado que la precariedad laboral obligue a las mujeres y a muchas adolescentes a sucumbir a las redes de prostitución debido a la falta de recursos económicos y a la desesperación laboral.
Cuando se habla de trata de personas, hay una concepción social de dar por hecho que se habla únicamente sobre tráfico sexual. La trata de personas no tiene únicamente finalidad de explotación sexual. La explotación laboral y los trabajos forzosos ocupan un 38 por ciento del total del tráfico de personas. La explotación sexual ocupa el 50 por ciento y el 65 por ciento de las personas víctimas de trata son mujeres.
En España, en 2018, fueron reconocidas únicamente solo 138 mujeres de las casi 10 000 que se encontraban en riesgo o eran víctimas de trata. Las cifras oscilan entre el 1 y el 2 por ciento de la realidad en el número de mujeres que sufren este problema. Es por ello que se habla de posibles víctimas porque el número de mujeres que están identificadas como tal, no es la realidad. Tania García subraya la necesidad de elaborar herramientas efectivas «tenemos un marco contra la trata insuficiente» ha recalcado cuando se ha referido a las medidas de prevención, erradicación y reparación de las víctimas de trata.
En la agenda 2030 hay diversos compromisos que pretenden erradicar la trata de personas. Para abordar este asunto se ha contado en la Conferencia inaugural de este evento con Carlos Andrés Pérez, Oficial de prevención del delito y justicia penal de la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el Delito (UNODC). Ha hablado sobre la importancia de desmantelar las redes de tráfico de personas y las herramientas que utiliza Naciones Unidas para llevar a cabo este proceso. Carlos Andrés Pérez ha sido el encargado de conversar sobre los retos y oportunidades de la agenda 2030 en la lucha contra el tráfico de seres humanos. «Las medidas que se implementen contra la trata y el desarrollo sostenible de la agenda 2030 no deben ser únicamente asumidos por las instituciones. Las personas que estén concienciadas contra la trata, también deben asumir estas medidas para poder hacer frente a esta problemática».
Dentro de este Seminario se ha llevado a cabo un conversatorio con el fin de dar a conocer cuál es el papel que juegan las empresas privadas, la sociedad civil y las Instituciones No Gubernamentales. En este debate han participado Macarena López Cordón, SEO de SoulEM, Rocío Nieto, de APRAMP, y David Tapia, presidente de djproject «El arte al servicio del prójimo».
Desde sus experiencias laborales y personales han debatido sobre la necesidad de todas las instituciones, tanto privadas como públicas, de crear redes, no únicamente para la erradicación, sino para la reinserción de las mujeres víctimas de trata sexual. SoulEM, por ejemplo, es un proyecto social que trabaja con mujeres en situación de vulnerabilidad. Esta empresa se dedica a la fabricación de lámparas. Han conseguido mediante formación artesanal, enseñar a las mujeres y darles oportunidades laborales reales. Diversas empresas, como Meliá o Ilunion, se han fijado tanto en el proyecto artesanal como en el desarrollo de los planes de inserción laboral que lleva a cabo SoulEM.
Muchas plataformas digitales son lugares desde donde se captan a personas para la explotación. En la línea de este tema se ha incluido en el programa del seminario una mesa redonda cuyo foco central ha sido el rol de la tecnología en la lucha contra la trata de personas y el desarrollo sostenible. Aquí han participado María José Castaño, investigadora en la Universidad de Comillas y Carlos Andrés Pérez. María José coordina un proyecto en la Universidad de Comillas, desde hace dos años y medio, que persigue implementar métodos estadísticos de Naciones Unidas para conocer mejor el fenómeno de la trata. Este proyecto también intenta convertir la tecnología, a través de los datos, en herramientas esenciales para el reconocimiento de las personas que sufren trata.
Para concluir este seminario se llevó a cabo un conversatorio con el título «El papel de las supervivientes en la lucha contra la trata de personas». Rosa, víctima de trata, protagonizó esta parte del evento junto con Martina Kaplún Asensio, quien dirigió la conversación. “Es difícil determinar un antes y un después. Cada historia tiene sus peculiaridades. La mía, tiene algunas cosas que son únicas. Fui traficada de mi país con 11 y después de salir de esa situación caí en revictimización, volví a ser explotada sexualmente. A raíz de un delito que presencié, fui sentenciada a cárcel y allí es donde comencé mi proceso de salida de la trata. Me encontré con una mujer que no se dejó llevar por lo que decía mi expediente. Quiso ayudarme y tomarse su tiempo.» Ha explicado que durante todo su proceso ha encontrado diferentes personas que le han ayudado a salir de la trata y que hasta hace poco más de dos años no comprendió que sufrió un daño del que ella no era responsable.