El MDyC asegura que la cuenta de deudores se ha incrementado un 750% en 4 años y que pesar de realizar planes de pago, algunos nunca los cumplen
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) ha mostrado su «perplejidad» ante el crecimiento exponencial de la cuenta de Deudores del Parque que «desde 2016 ha pasado de apenas 77.000 euros a 655.000€ en 2019; una situación de caos y de ruina económica en las empresas, organismos y fundaciones. Ni una sola de ellas consigue el equilibrio económico para facilitar su viabilidad, por lo que se necesitan millones de subvenciones para equilibrar sus cuentas cada año, en 2017 un total de 39,6 millones según el Tribunal de Cuentas».
«Ya hemos visto la situación de Emvicesa, que podríamos decir que se encuentra en “intervención judicial”, o el caso del Instituto Ceutí del Deporte que, tras el paso de innumerables gerentes, que alguno todavía debe dinero al organismo autónomo, hasta la empresa suministradora de botellas de agua debe acudir al juzgado para cobrar por lo que este desgobierno no sabe qué hacer con esta institución. Sin olvidar la situación de “barra libre” que vivió el Hotel Puerta de África» denuncian en un comunicado desde el partido de Fatima Hamed.
Desde el MDyC, «hoy hemos interpelado por la situación en el Parque Marítimo del Mediterráneo, que este año ha cumplido veinticinco años de vida, en los que ha podido perder el doble de millones, unos cincuenta de millones de euros en su existencia, algo que debería preocupar y sobre todo ocupar a los distintos gerentes, que al parecer se han debido entretener entre los bares y las piscinas, mas que en solucionar los graves problemas de la sociedad, que cada año aumenta sus gastos y disminuye sus ingresos».
«El Parque no es una sociedad que cubra sus costes» lamentan desde el MDyC, por lo que «la gestión de sus ingresos debe ser no solo cuidadosa, sino escrupulosa para evitar caer en unas mayores pérdidas. El año 2016 la cuenta “Deudores comerciales y otras cuentas a cobrar” ascendía a 77.087,51 euros, las cuentas que han presentado este año del año 2019, esa misma partida asciende a 654.959.68 euros, un incremento de casi 580.000€, un crecimiento de 749.63%. Según la información que tenemos, en este epígrafe se recogen el saldo de deudores a final de cada año y el importe de los préstamos concedidos al personal a corto plazo» denuncian.
Desde el MDyC «tenemos que denunciar que las deudas se acumulan año tras año, los alquileres y los gastos de comunidad de algunos locales no se pagan, pero no son efecto de la pandemia, sino en algunos casos de casi 10 años, en los que a pesar de las promesas realizadas no han hecho frente a varios planes de pago que han sido firmados y aceptados por ambas partes, el inquilino y la dirección del Parque».
El MDyC quiere resaltar el caso de uno de los locales, «el contrato se firma el uno de junio de 2015, por un periodo de 18 años, y cuyo objeto es la prestación de un servicio de restauración y un centro de talasoterapia (aclara el contrato balneario-spa), en el que se incluía la construcción de dos edificaciones acordes con el entorno según la oferta presentada por el “adjudicatario” (otra de las curiosidades del contrato, puesto que adjudicatario es el que consigue hacerse con el concurso, concurso del que no hemos encontrado documentación alguna), en total la inversión ascendía a 693.486,48 euros. Para asegurar que la inversión se realizaría en el primer año, se exigía un aval de 300.000 euros, de los que tampoco el MDyC ha encontrado rastro en los datos de la sociedad, puesto que, dado que no se ha producido la inversión, debería seguir en la contabilidad del parque» denuncian.
«Al parecer después de 15 años, el Parque Marítimo del Mediterráneo se ha dado cuenta que ahora “no ha sido posible iniciarlo por la falta de potencia suficiente en los transformadores de alta tensión del Parque”, y según la dirección de la empresa, “ha supuesto un menoscabo y un perjuicio para el arrendatario”. Sin embargo, nada se dice de los perjuicios que tiene el Parque manteniendo un local que sí tiene actividad económica y hace nueve años y medio que no hace frente a sus obligaciones» reclaman.
El MDyC tampoco entiende cómo después de 15 años «no se ha rescindido el contrato, por incumplimiento de su objeto, o por la falta de pago. No se puede modificar el contrato, ni reducir su precio tal como solicita el “adjudicatario”, puesto que supondría un nuevo contrato y por lo tanto debería salir a un nuevo concurso para obtener ideas que potencien la actividad del Parque».
Para el MDyC la gestión realizada con el cobro de alquileres y comunidad «solo puede definirse como de dejadez absoluta, no es una cuestión del actual o del anterior gerente, tan solo es una muestra más de lo poco que le ocupa y le preocupa a nuestro Alcalde la buena marcha de todas las empresas y organismos municipales, tan solo las utiliza para colocar a miembros del partido, familiares o conocidos en sus direcciones sin exigir la mínima capacidad técnica para llevar una empresa».
Es por ello que desde el MDyC exigen «una solución inmediata al grave problema de estas cuentas que tienen un crecimiento exponencial, tomando las decisiones que sean necesarias para defender el interés general de los ceutíes, no el de unos cuantos que tan solo quieren sacar tajada de su negligencia».
El consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris, ha respondido a MDyC que actualmente la Ciudad ha ordenado a la gerencia del Parque Marítimo que «después de ser auditadas las cuentas del año 2019, se hiciera un informe donde vinieran detalladas todas las deudas que tenían los concesionarios del Parque». Así, Dris ha señalado que una vez recabados «todos esos datos» se ha enviado una carta a cada concesionario para mantener una reunión en la que abordar el asunto de los impagos.
Sobre el local que mayor deuda acumula, Dris ha asegurado que hay «varias discrepancias» entre la empresa y el Parque Marítimo y que la Ciudad actuará «de la forma que legamente esté estipulada para intentar llegar a un arreglo. Es verdad que si alguna de estas empresas no realizará los pagos o no llegase a un acuerdo para realizarlos, evidentemente, iríamos por la vía judicial«.