La subdirectora de Tratamiento del Centro Penitenciario de Ceuta, Nonia Velázquez Calleja, ha hablado de la mujer presidiaria con perspectiva de género y la triple victimización a la que se enfrenta el 7’2% de la población penitenciaria
La subdirectora de Tratamiento del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias del Centro Penitenciario de Ceuta, Nonia Velázquez Calleja, ha desarrollado la ponencia sobre género y prisión. En su presentación, ha hecho un recorrido durante la evolución de la perspectiva histórica de la delincuencia femenina y ha criticado que todos los estudios realizados durante el siglo XIX eran llevados a cabo por hombres y que no fue hasta el siglo XX cuando se empezó a cuestionar sobre el perfil de la mujer presidaria.
La situación de la mujer ingresada. En la actualidad hay 3.382 mujeres encarceladas, 466 de ellas en prisión preventiva y 2.916 penadas. Según Velázquez, ellas suponen el 7,2% de la población penitenciaria, integrada por 43.510 hombres. En este ámbito existe una “triple victimización”, la social, la personal y la penitenciara. Además, esto representa una ruptura muy impactante con sus familias, ya que se configuran como madres, esposas e hijas. Asimismo, la experta ha hecho referencia a la pérdida y desarraigo de lazos familiares, así como el sentimiento de culpa y de vergüenza que sufren las mujeres presidiarias. “Muchas son víctimas de violencia de género”, ha especificado. Actualmente, solo hay tres centros penitenciarios en España exclusivos para mujeres, que están en Madrid, Ávila y Sevilla.
La funcionaria ha hecho referencia a las acciones que se han hecho para promover la igualdad entre las mujeres y los hombres en los centros penitenciarios. Velázquez cita que “España es el país de la Europa occidental con más mujeres ingresadas en prisión”. Por ello, reivindica la existencia de «módulos y unidades terapéuticas para integrar a las mujeres en los centros penitenciarios, módulos que sean de respeto mixtos y voluntarios”, y aclara que no es una opción hacer más centros penitenciarios exclusivos para mujeres porque la cifra de mujeres presidiarias es la que es.
Seguidamente, ha querido poner de manifiesto la atención específica que requieren estas mujeres, tales como la detección y el diagnóstico, la rehabilitación, la reincorporación social, la intervención en drogodependencias e incluso un protocolo de suicidio exclusivo para ellas. “Las mujeres intentan suicidarse más que los hombres, pero lo ejecutan menos”, ha precisado la experta, que ha remarcado que las mujeres lo intentan a través de la ingesta de pastillas. También ha reconocido que “es difícil diagnosticar a mujeres presidiarias con problemas de salud mental porque lo ocultan por vergüenza”.
Por último, la trabajadora del Centro Penitenciario de Ceuta ha analizado que cuando una mujer entra en prisión y se le da información en lenguaje masculino, por ello, desde la entidad ceutí han trabajado para adaptarlo al lenguaje inclusivo.
Menuda soplapollez. Estar preso es estar privado de libertad, seas hombre,mujer o anacoreta
Esa palabrota no viene en el diccionario. Me la podría traducir? Y a la señora, también.
Que ordinaria se está volviendo la lengua castellana. Así no es extraño que se hable con tanta ordinariez!
¿QUE DEBERÍAMOS ESPERAR LOS FUNCIONARIOS DE UN «MANDO» EN PRISIONES?.
Tras leer el artículo de referencia empiezo a tener serias dudas si mi condición de varón permite emitir una opinión objetiva sobre estas solemnes palabras, dado que al parecer, todos los estudios realizados sobre este tema durante el siglo XIX fueron realizados por hombres, lo que invita a pensar que quedan invalidados por este motivo.
Por tanto acudiré a mi experiencia como funcionario de prisiones, que posiblemente me habilita algo más para poder expresarme.
En primer lugar, esperamos, con ansia y expectación, su ponencia sobre el 92,8 de la población reclusa masculina restante, la que al parecer, no sufre esta referida triple victimizacion.
Quizás, se le olvida a la señora subdirectora, hablar de los numerosos internos ceutíes y varones, que hoy día cumplen sus condenas a muchos kilómetros de distancia de sus familias, por lo que sería de interés, conocer el dato de cuántas internas ceutíes se encuentran en esa misma situación. Algunos atribuyen a Isaac Newton la siguiente célebre frase: » Lo que no se habla no existe, y lo que no existe se margina». Por tanto hablemos de todo.
Por otra parte, el citado artículo deja en evidencia la labor de los funcionarios de prisiones, por permitir una discriminación de género contenida en esa supuesta victimizacion penitenciaria, la cual se nombra sin profundizar en ella ni concretar los términos que la definen.
Al mismo tiempo, se reconoce una tasa de ejecución de suicidios muy superior en la población reclusa masculina, todo ello, pese a esa supuesta victimizacion de la población reclusa femenina, lo que podría ser un serio indicador de donde se encuentra el mayor foco de traumas que desemboquen en estos incidentes para poder prevenirlos y así, optimizar tiempo, recursos y ponencias ….. de las que entendemos que toda institución debe gestionar sin desmerecer a ningún colectivo, por muy minoritario que sea por supuesto, más allá de componentes políticos o ideológicos.
Asi, a su ingreso, según refiere, a las internas se les provee de información en un lenguaje masculino que al parecer les debe resultar incomprensible a las 4 internas que conviven a día de hoy en el módulo de mujeres de este centro, pero que a su vez, y como su propio número indica, este mismo lenguaje no es óbice para que eludan por completo la doble condena de soportar el «hacinamiento» en módulos comunes y disfruten de forma continuada en el tiempo de celdas individuales, así como de una mejor clasificación, y de unas tasas de incidentes violentos infinitamente menor, sin que éstos afecten a sus beneficios penitenciarios y por ende a sus condenas, lo cual no pueden decir sus compañeros varones igualmente privados de libertad.
Por último, terminar contestando a la pregunta inicial con una célebre frase de Platon:
«HAY QUE TENER EL VALOR DE DECIR LA VERDAD, SOBRE TODO CUANDO SE HABLA DE LA VERDAD». ¿QUE DEBERÍAMOS ESPERAR LOS FUNCIONARIOS DE UN «MANDO» EN PRISIONES?.
Tras leer el artículo de referencia empiezo a tener serias dudas si mi condición de varón permite emitir una opinión objetiva sobre estas solemnes palabras, dado que al parecer, todos los estudios realizados sobre este tema durante el siglo XIX fueron realizados por hombres, lo que invita a pensar que quedan invalidados por este motivo.
Por tanto acudiré a mi experiencia como funcionario de prisiones, que posiblemente me habilita algo más para poder expresarme.
En primer lugar, esperamos, con ansia y expectación, su ponencia sobre el 92,8 de la población reclusa masculina restante, la que al parecer, no sufre esta referida triple victimizacion.
Quizás, se le olvida a la señora subdirectora, hablar de los numerosos internos ceutíes y varones, que hoy día cumplen sus condenas a muchos kilómetros de distancia de sus familias, por lo que sería de interés, conocer el dato de cuántas internas ceutíes se encuentran en esa misma situación. Algunos atribuyen a Isaac Newton la siguiente célebre frase: » Lo que no se habla no existe, y lo que no existe se margina». Por tanto hablemos de todo.
Por otra parte, el citado artículo deja en evidencia la labor de los funcionarios de prisiones, por permitir una discriminación de género contenida en esa supuesta victimizacion penitenciaria, la cual se nombra sin profundizar en ella ni concretar los términos que la definen.
Al mismo tiempo, se reconoce una tasa de ejecución de suicidios muy superior en la población reclusa masculina, todo ello, pese a esa supuesta victimizacion de la población reclusa femenina, lo que podría ser un serio indicador de donde se encuentra el mayor foco de traumas que desemboquen en estos incidentes para poder prevenirlos y así, optimizar tiempo, recursos y ponencias ….. de las que entendemos que toda institución debe gestionar sin desmerecer a ningún colectivo, por muy minoritario que sea por supuesto, más allá de componentes políticos o ideológicos.
Asi, a su ingreso, según refiere, a las internas se les provee de información en un lenguaje masculino que al parecer les debe resultar incomprensible a las 4 internas que conviven a día de hoy en el módulo de mujeres de este centro, pero que a su vez, y como su propio número indica, este mismo lenguaje no es óbice para que eludan por completo la doble condena de soportar el «hacinamiento» en módulos comunes y disfruten de forma continuada en el tiempo de celdas individuales, así como de una mejor clasificación, y de unas tasas de incidentes violentos infinitamente menor, sin que éstos afecten a sus beneficios penitenciarios y por ende a sus condenas, lo cual no pueden decir sus compañeros varones igualmente privados de libertad.
Por último, terminar contestando a la pregunta inicial con una célebre frase de Platon:
«HAY QUE TENER EL VALOR DE DECIR LA VERDAD, SOBRE TODO CUANDO SE HABLA DE LA VERDAD».
Un saludo
Un saludo
Lo que le gusta un púlpito a esta mujer!.
Vaya! Ya era hora de un comentario de nivel («..»?).
No sé porque no publican todos los comentarios.
Y ahora directora!
Realmente increíble!
Y meciones honorificas y otras condecoraciones para los fieles por detalles aislados. No premian, como siempre, el trabajo profesional diario porque eso no se valora, de los díscolos. Lo de siempre. PENA!
Esta mujer se cree una Diosa Ceutí como si fuera una Diosa Romana. Para nada, ni una cosa ni la otra.
Que más quisiera ser una Diosa!
Pero aún continúa de directora?