El perro de la Protectora de Animales que desapareció el pasado 22 de abril ha sido localizado esta mañana en la jaula trampa que se colocó para poder capturarlo. Aunque delgado y con hinchazón en el hocico, su estado de salud es bueno y ya se encuentra de nuevo en su casa de acogida
Han sido 18 días de angustia y de búsqueda incesante para localizar a Teo, el perro de la Protectora de Animales que se encontraban en una casa de acogida y que, el pasado 22 de abril, se perdió en las inmediaciones de Manzanera. Casi 20 días de incertidumbre que esta mañana han finalizado después de que el animal cayera en la jaula trampa que los voluntarios colocaron en la zona donde se había perdido y que, según algunos testigos, era el lugar por que el Teo seguía deambulando.
Desde el día en que Teo desapareció han sido muchas las manos dispuestas a ayudar para localizarlo. El estado de alarma y el confinamiento derivado de esta situación, hacían casi imposible llevar a cabo una búsqueda intensiva y las únicas pistas para su localización eran las de las personas que, en algún momento determinado, veían a Teo en distintas zonas de la ciudad, desde Manzanera hasta Los Rosales o incluso en el Príncipe, hasta donde se trasladó una voluntaria para intentar localizarlo. Los esfuerzos de todos los voluntarios por encontrarle siempre han chocado con el miedo que a este animal le provoca cualquier situación (lo que complicaba su rescate) y que, en su casa de acogida estaba empezando a superar.
Ante la imposibilidad de localizarlo, finalmente se optó por colocar una jaula trampa en las inmediaciones de su casa de acogida, donde algunos testigos lo habían visto en reiteradas ocasiones buscando comida e incluso durmiendo. Esta mañana, a las 7.00 horas, la persona que lo acogió se acercó para comprobar que, finalmente, Teo había caído en la trampa. «La pusimos hace unos días pero siempre aparecía vacía cuando iba a verlo. Pero esta mañana, cuando fui a primera hora y lo ví fue una emoción y una alegría enorme», explica. Su acogida quiere agradecer a Jesús Astorga, miembro de la asociación de Cazadores de Ceuta, su colaboración, que ha hecho posible este final feliz. «Nos ha cedido la jaula y se ha portado de maravilla colaborando en la búsqueda».
Teo se encuentra ahora en la casa de otra voluntaria hasta que pueda regresar a su casa de acogida en unos días y, aunque está algo más delgado y con el hocico hinchado (por una posible alergia o pelea) sus cuidadoras le darán todos los cuidados y el amor necesario para que su recuperación sea lo antes posible.