La magia de la Navidad se hizo presente en el Centro del Imserso cuando los alumnos del CEIP Mare Nostrum llegaron para compartir un desayuno especial con los residentes. Este evento, que se ha convertido en una tradición anual, busca fomentar el intercambio cultural y emocional entre jóvenes y mayores.
Desde temprano en la mañana, los estudiantes, acompañados por sus profesores, prepararon una variedad de dulces típicos navideños para compartir con los mayores. La emoción era palpable mientras decoraban la sala con guirnaldas y luces, creando un ambiente acogedor y festivo.
Durante el desayuno, los niños y los mayores intercambiaron historias sobre cómo solían celebrar la Navidad en sus respectivas épocas. Este intercambio no solo enriqueció a los jóvenes con sabiduría y experiencias pasadas, sino que también brindó a los mayores la oportunidad de revivir recuerdos entrañables.
Uno de los momentos más destacados del evento fue cuando todos se unieron para cantar villancicos. Las voces de diferentes generaciones se entrelazaron en armonía, llenando el lugar de alegría y espíritu navideño. Canciones como ‘Noche de Paz’ y ‘Campana sobre Campana’ resonaron en el centro, evocando sonrisas y aplausos.
Además del canto, los estudiantes presentaron pequeñas actuaciones teatrales y bailes, que fueron recibidos con entusiasmo por parte de los mayores. Estas actividades no solo entretuvieron, sino que también promovieron la creatividad y el trabajo en equipo entre los jóvenes.
Para cerrar la jornada, los alumnos entregaron a cada uno de los mayores una tarjeta navideña hecha a mano, con mensajes personalizados de cariño y buenos deseos. Este gesto simple pero significativo dejó una huella duradera en los corazones de los residentes del centro.
El evento concluyó con un sentido agradecimiento por parte de los mayores hacia los estudiantes y profesores del CEIP Mare Nostrum. La directora del centro destacó la importancia de estos encuentros intergeneracionales, subrayando cómo contribuyen a construir una sociedad más empática y unida.
Este desayuno navideño no solo fue una celebración de la temporada, sino también una lección de vida para todos los involucrados. Al unir a diferentes generaciones, se crea un espacio donde el respeto y la comprensión mutua pueden florecer, recordándonos el verdadero significado de la Navidad.