El Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo ha reunido este lunes en Barcelona a representantes de 43 países. El encuentro es co-presidido por el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi. Este evento se centra en abordar los desafíos en Oriente Próximo y la política migratoria.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, participa activamente en las discusiones, enfocándose en la cooperación euro-mediterránea. Tras la reunión, se llevará a cabo una rueda de prensa conjunta con Borrell, Safadi y el Secretario General de la Unión por el Mediterráneo, Nasser Kamel.
Preocupación por la Crisis Humanitaria
Antes del inicio de la cumbre, Josep Borrell expresó su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza y Líbano, calificándola como una de las más graves desde la Segunda Guerra Mundial. Borrell instó a la comunidad internacional a actuar con humanidad y voluntad política para resolver el conflicto.
Por su parte, Albares enfatizó la importancia de respetar el derecho internacional y humanitario, subrayando que España continuará trabajando por un alto el fuego permanente en la región. En una reunión previa con su homólogo libanés, Abdallah Bou Habib, ambos países hicieron un llamado conjunto a un cese al fuego inmediato.
Debate sobre la Política Migratoria
En cuanto a la política migratoria, Albares rechazó el ‘modelo Meloni’, que propone externalizar la gestión de migrantes fuera de las fronteras europeas. Subrayó que todas las personas tienen derecho a la dignidad y al asilo, y criticó las políticas que obligan a los migrantes a recurrir a mafias peligrosas.
Albares destacó la política migratoria de España basada en el diálogo con países de origen y tránsito, la cooperación económica y la lucha contra las mafias. Esta postura contrasta con la tendencia de algunos países europeos hacia la externalización de fronteras.
Conclusiones del Encuentro
El vicepresidente de la UE, Josep Borrell, reconoció que el acuerdo migratorio europeo no satisface a todos, pero representa un paso hacia un consenso común. Sin embargo, advirtió que las políticas de externalización deben ser revisadas para asegurar su conformidad con las normas europeas.
La cumbre en Barcelona representa un esfuerzo significativo por parte de los países mediterráneos para abordar conjuntamente los desafíos regionales. A medida que las discusiones continúan, se espera que surjan nuevas propuestas para fomentar la paz y la estabilidad en la región.