Organizaciones y colectivos que trabajan y defienden los Derechos Humanos de las personas migrantes y migradas han criticado duramente las devoluciones en caliente de ocho personas a subsaharianas a territorio marroquí.
El Gobierno aún no se ha pronunciado sobre las ocho personas que fueron expulsadas a Marruecos sin trámite alguno después de haber pisado suelo español. Aunque la ley de Seguridad Ciudadana da cobertura legal, tanto el Tribunal de Estrasburgo como muchas organizaciones han condenado esta práctica que ayer se volvió a ver en Benzú.
La Asociación Elín ha sido la última en poner el grito al cielo. Afirma que «es injustificable, según el derecho internacional humanitario, que España expulse a seres humanos a Marruecos, país que vulnera sistemáticamente sus derechos, sin saber si serán perseguidos por motivos de orientación sexual, identidad de género, motivos políticos, o cualquier otra circunstancia recogida en el Estatuto de los Refugiados«.
Además, desde esta asociación que lleva más de veinte años trabajando en Ceuta acompañando a personas en tránsito, piden coherencia al ejecutivo de Pedro Sánchez. Le recuerdan al socialista que cuando estaba en la oposición se comprometió a eliminar las devoluciones. Elín exige que se pare esta práctica, que provoca «provoca daños irreversibles en las personas migrantes». Las devoluciones en caliente además, recuerda la asociación, está condenada por la Convención de Ginebra, porque se puede estar expulsando a «personas en necesidad de protección».
Críticas desde todo el estado español
Desde Elín ponen el punto de vista en las personas que se quedaron durante horas «gritando e implorando» y que finalmente fueron expulsadas. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), Amnistía Internacional y decenas de entidades del resto del Estado han mostrado su repulsa por las devoluciones en caliente.
El Gobierno central resta en silencio
La portavoz en funciones del Gobierno, Isabel Celaá, afirmo ayer desconocer si se habían producido las devoluciones en caliente y se atrevió a dudar de la ejecución de la práctica el mismo viernes. Celaá aprovechó para presumir de haber reducido un 45% de las entradas de personas de manera irregular durante su corto mandato.