A lo largo de la historia se ha luchado para defender la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de la música, sin embargo, esa paridad aún queda lejos y las mujeres continúan apartadas de las orquestas sinfónicas. El estudio realizado por la Asociación de Mujeres en la Música (AMM) pretende visibilizar la preocupante realidad que aún distingue entre instrumentos femeninos, aquellos con sonoridades suaves y dulces, y masculinos con una mayor fuerza sonora.
Las orquestas sinfónicas profesionales en España cuentan con un tercio de representación femenina, es decir, tan solo un 33% de mujeres ocupan una silla de manera profesional en la música clásica. Estos son los datos recogidos por la Asociación de Mujeres en la Música, que además reflejan la existencia de una segregación vertical ya que, en los puestos de liderazgo, responsabilidad y mayor retribución, aumentan las diferencias entre hombres y mujeres: no hay ni una sola mujer en la dirección titular en las orquestas analizadas.
El estudio muestra la presencia del 31% de mujeres en los puestos de concertino, un 23% en los de solista y un 25% en los de ayuda de solista. En la dirección titular la ausencia de mujeres es completa, ya que no hay ninguna entre las 25 agrupaciones musicales analizadas en el estudio. La sección de percusión es la más masculinizada con el 90% de hombres.
Cuando se atiende al análisis por tipo de instrumentos la investigación revela que la sección de cuerda es la más igualitaria, ya que existe una mayor presencia de mujeres que en otros grupos, concretamente del 42% frente al 16% del total de los vientos o el 10% de la percusión. La sección de violines casi ha alcanzado la paridad con el 49% de mujeres violinistas, así como las violas y violonchelos (44%). Es importante señalar que, en todas las bandas sinfónicas españolas, ellas son las encargadas de interpretar las arpas.
Por el contrario, exceptuando las flautas, las intérpretes apenas tienen protagonismo en los instrumentos de viento. La presencia masculina es masiva en tubas con un 0% de mujeres y los trombones, con solo una mujer solista de trombón en la Orquesta Sinfónica de Tenerife.
Esta realidad puede estar motivada por la falsa creencia de necesitar características especiales supuestas en un hombre, como la presunta mayor capacidad pulmonar o la fuerza para transportar el instrumento, sin embargo, esto queda lejos de estar demostrado ya que la capacidad pulmonar se entrena y se consigue tanto en hombres como en mujeres.
Además, otro factor que motiva esta brecha es la falta de referentes en las orquestas sinfónicas. Este hecho influye mucho en la predisposición de las jóvenes a la hora de decidir dedicarse profesionalmente a la música clásica, las niñas al no encontrar figuras parecidas en los escenarios tienden a abandonarlo.
El estudio de AMM concluye que la Filarmónica de Málaga y la Simfònica del Vallés, con tan sólo el 25% de músicas en sus plantillas, son las más masculinizadas del territorio. La Real Filharmonía de Galicia sería la más feminizada con el 43% de mujeres intérpretes.